Dos muchachos de 21 y 25 años fueron imputados por el homicidio en ocasión de robo del cocinero Sebastián «Oso» Cejas ocurrido el 22 de septiembre pasado en la puerta del hospital Español. En la audiencia se conoció que utilizaban los autos para cometer otros hechos delictivos y que tenían conversaciones con otras dos personas, una de ellas detenidas en la cárcel de Piñero, para ver qué hacían o dónde escondían el auto del Oso.
La dupla había sido detenida el domingo anterior junto a otros jóvenes con una Kangoo y una moto con pedido de secuestro por haber sido sustraída, por lo que también fueron acusados por el fiscal Mariano Ríos Artacho por un hurto y tres robos y quedaron en prisión preventiva por el plazo de ley.
En la audiencia imputativa de este miércoles a las 16.30 se conocieron detalles la mecánica del asalto donde fue asesinado el cocinero de 39 años como también la sospecha de que los dos acusados, Leonardo C., de 21, y Gabriel O., de 25, junto a los otros dos asaltantes formaba parte de un plan criminal para sustraer de vehículos.
Además, la fiscal Gisela Paolicelli indicó que la orden para dejaran el auto del Oso en el galpón donde luego lo encontraron fue dada por dos personas, una que está presa en la cárcel de Piñero. «En esta etapa no descartamos nada, porque la orden a estas personas fue que lo dejaran, que se enfriara. No sabemos si tenían conocimiento de todo o sólo se encargaban de brindar un lugar para esconder el auto», explicó la fiscal en referencia a los mensajes que recibieron los detenidos.
Paolicelli reconstruyó en su acusación que ese martes 22 de septiembre a las 0.37, Leonardo C. y Gabriel O. junto a por los menos tres personas estaban en un Chevrolet Onix color oscuro cuando pasaron cerca de Oso, quien estaba estacionado en doble fila en su Onix blanco frente a la puerta del Hospital Español, en Gaboto casi esquina cortada Babbini. Al cocinero lo acompañaba su madre Ana, estaba esperando que Félix, su padre, terminara el turno de su diálisis.
El conductor del Onix oscuro dio la vuelta y se estacionó por Babbini, a unos 30 metros de la esquina con Gaboto donde estaba la víctima.
Ahí bajaron los cuatro asaltantes y todo duró 30 segundos: uno disparó al aire para desalentar cualquier acción de los taxistas que estaban cerca, otro abrió la puerta del acompañante, sacó a Ana y se metió al auto.
Los dos restantes rompieron de un culatazo la ventanilla del lado del conductor donde estaba el Oso, le abrieron la puerta y uno le disparó en el tórax. Después lo bajaron, se terminaron de subir y huyeron por Gaboto al este, doblaron en Corrientes hacia el sur, en contramano circulación.
El quinto asaltante se había quedado parado al lado del Onix oscuro y cuando vio que sus cómplices se llevaban el auto del Oso, se subió, condujo por Gaboto pero dobló por Corrientes pero se fue para el otro lado, hacia el norte. Toda esta secuencia ocurrió mientras al Oso Cejas intentaban salvarle la vida en el Hospital Español donde falleció a las pocas horas.
A las 48 horas y tras una serie de medidas investigativas ordenadas por la fiscal Paolicelli, el personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) encontró el Chevrolet en un galpón de Ituzaingó al 7300, de la zona oeste. En ese lugar también hallaron dos motos con pedido de secuestro, un revólver, una escopeta calibre 12/70 y una carabina 22. El propietario, identificado como Claudio B., fue imputado por encubrimiento, las tenencia ilegal de las tres armas de fuego y quedó en prisión preventiva por el plazo de ley.
Las pericias al Onix del Oso secuestrado en el galpón de Ituzaingó al 7300, más la toma de declaraciones y el análisis de las cámaras de seguridad, llevaron a los investigadores a determinar dos identidades y se les dictó el pedido de captura.
La detención de la dupla
El domingo un llamado anónimo al 911 brindó la información sobre la ubicación de una Kangoo robada que estaba siendo utilizada para otros hechos delictivos en barrio Tiro Suizo casi en el límite con Villa Flammarion. Pasadas las 11, personal del Comando Radioeléctrico llegó hasta Margis al 5000 A donde una persona les señaló el vehículo que estaba estacionado y cerrado frente a una casa. Los uniformados resguardaron el lugar y dieron aviso a los pesquisas de la AIC para las pericias de rigor, explicaron voceros policiales.
Estaban en plenas medidas cuando los policías intentaron identificar a un grupo de personas que estaban en la misma cuadra junto a una motocicleta que también resultó robada: Jesús L., de 19 y dos adolescentes corrieron unos metros y se metieron en una vivienda. Finalmente fueron detenidos en el interior de esa casa. Ahí, los uniformados le incautaron a un menor de edad, dos celulares y la llave de la Kangoo, y apresaron a Leonardo Camilo C., de 21 años; Gabriel Elías O., de 25 —a quién le secuestraron 12 cartuchos 9 milímetros, 6 calibre 32 y 11 calibre 22— y Brandon Nahuel M., de 26.
De la identificación surgió que, Leonardo y Gabriel contaban con pedido de captura por el crimen del Oso Cejas.
En tanto, Brandon y Jesús quedaron incomunicados y detenidos por el delito de robo, según indicaron fuentes judiciales.
La acusación
En la audiencia, la fiscal acusó a Leonardo C. y a Gabriel O. coautores de los delitos de homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego. Además, a los dos jóvenes junto a Brandon M. y Jesús L., el fiscal Mariano Ríos Artacho los imputó por un hurto y tres hechos de robo; uno simple y dos calificados por el empleo de arma blanca y de fuego. En esta acusación a Leonardo C. se le sumó el delito de encubrimiento.
Tras escuchar a las partes, el magistrado Florentino Malaponte aceptó la acusación de la Fiscalía y dictó para el cuarteto la prisión preventiva por el plazo de ley.