Casi 38 millones de personas estaban habilitadas para votar, en elecciones que despertaron una expectativa inusual porque la izquierda llega como favorita por primera vez para la Presidencia, de la mano del senador y exalcalde Gustavo Petro.
También porque se especulaba que los comicios podrían mostrar si el impacto de la ola de protestas populares del año pasado se trasladaba al voto o si los partidos tradicionales lograrían sortear esa crisis de credibilidad.
Un soldado y un suboficial del Ejército murieron al activarse artefactos explosivos en La Macarena, departamento Meta (en el centro del país), y San Vicente del Caguán, departamento Caquetá (en el sudoeste), informó el ministro de Defensa, Diego Molano, en conferencia de prensa, según las agencias de noticias AFP y Sputnik.
En el primer caso, además, otro uniformado quedó herido y murió un perro del Ejército adiestrado para la detección de explosivos, según Molano.
Asimismo, la Registraduría Nacional del Estado Civil -responsable de los padrones- que tanto la página web del organismo como su aplicación Infovotantes y el sitio del Consejo Nacional Electoral fueron objeto de ataques cibernéticos durante toda la jornada, aunque pudieron ser restablecidos antes de que terminaran los comicios.
“Desde la madrugada de ayer se estaban presentando unos crecimientos demasiado extensos para consulta de las plataformas de la Registraduría y esta mañana recibimos un uso de las aplicaciones totalmente fuera de lo normal”, dijo el director del organismo, Alexander Vega, en la misma rueda de prensa.
El fiscal general, Francisco Barbosa, informó que durante el día fueron arrestadas 20 personas, aunque solo dos de ellas -a quienes se les incautaron dinero y planillas con nombres y números de documentos de votantes- en relación con los comicios.
Agregó que se realizaron 32 denuncias de “posibles delitos electorales”, la mayoría de ellos por “corrupción al sufragante”, según la agencia ANSA.
Por otro lado, la Misión de Observación Electoral (MOE), independiente, informó que los ciudadanos de La Macarena -donde murió uno de los militares- no salieron a votar; que dos puestos de votación, en Amazonas (en el sur del país) y Arauca (noreste) debieron ser trasladados, y que se quemó material electoral en Guachaca, departamento Magdalena (norte).
Además, el vocero de la MOE, Camilo Mancera, reportó en conferencia de prensa “irregularidades que afectan el voto libre”, como “compra de votos a través de entrega directa de dinero en efectivo y movilización de personas hacia los puestos de votación”.
El presidente Iván Duque, de derecha, votó en la plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, y exhortó a los ciudadanos a salir “masivamente a elegir al Congreso de la República y a participar en las consultas para la elección de candidatos presidenciales en las distintas coaliciones”.
Petro votó en Puente Aranda, al sur de Bogotá, y dijo que “llegó la hora de cambiar a Colombia”.
El exalcalde de Medellín y principal candidato presidencial de centro, Sergio Fajardo, sufragó en su ciudad, exhortó a votar “contra la corrupción” y advirtió que “una persona que no participa, termina indirectamente apoyando a los corruptos, porque les queda más fácil comprar los votos y ganar”.
Más de 110.000 mesas distribuidas por todo el país fueron instaladas para que los colombianos eligieran a quienes ocuparán las 172 bancas de la Cámara de Representantes y las 107 del Senado.
Además, pudieron participar de las “consultas interpartidistas”, las virtuales internas abiertas que presentaron tres alianzas de perfiles bien definidos: una de izquierda, una de centroizquierda-liberal y otra de derecha.
Las tres estaban destinadas a resolver sus candidatos a la Casa de Nariño para los comicios de mayo.
La izquierda prevé nominar a Petro como su candidato, mientras las coaliciones de derecha y centro iban a determinar sus cartas entre un abanico de 10 nombres.
Petro, un exguerrillero y exalcalde de Bogotá de 61 años, lideraba por amplio margen la intención de voto en todas las encuestas.
Aun eclipsadas por las consultas partidistas, se esperaba que las legislativas midieran el ánimo de los electores de cara al 29 de mayo, cuando volverán a las urnas para decidir el sucesor de Duque desde el 7 de agosto.
Duque completa un mandato de cuatro años sin derecho a reelección, marcado por el estallido social de 2021, seis meses de protestas callejeras en medio de la pandemia de coronavirus que fueron duramente reprimidas y destaparon un profundo malestar social.
Dominado por fuerzas de derecha y partidos tradicionales, el Congreso es hoy la institución más desprestigiada del país.
Los escándalos de corrupción lo hundieron en la desaprobación: 86% de los colombianos tenían hasta el año pasado una imagen desfavorable del parlamento, según la encuestadora Invamer.
El Centro Democrático (CD), el partido en el poder y el más votado para el Senado en 2018, se exponía a un castigo en las urnas ante el desempeño de Duque, cuya imagen negativa ronda el 70%.
Frente a su probable retroceso se esperaba que avanzaran la coalición de izquierda que apoya a Petro y las fuerzas de centroizquierda y centroderecha.
Con los resultados de las consultas partidistas, arrancará en firme la competencia presidencial. Hasta el momento la campaña ha girado en torno a la figura de Petro y su ambicioso plan de reformas.
Muy presente en la plaza pública como en las redes sociales, el senador, que perdió el balotaje con Duque en 2018, esperaba conocer a sus rivales tras el recuento de los votos de este domingo.
En la centroderecha el favorito es el exalcalde de Medellín Federico Gutiérrez, de 47 años, y en la coalición de centroizquierda las apuestas están más divididas entre Fajardo y el liberal Alejandro Gaviria.
La baraja principal de presidenciables la completan el exministro Oscar Iván Zuluaga, del Centro Democrático, el independiente Rodolfo Hernández e Ingrid Betancourt, la excandidata y exrehén de las FARC.
