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Dos mujeres sometidas a un calvario dentro de su casa: una de ellas murió

Laura estaba desnutrida y su madre con sangre en el rostro. La gente pidió ayuda, pero ya era tarde: Norma ya agonizaba cuando llegó la ambulancia y falleció. Su marido quedó detenido

Norma Esther Quiroga tenía 53 años y sobrellevaba una vida signada por la miseria y el sometimiento. Confinada junto a su hija Laura en una vivienda de uno de los sectores más pobres de Rosario, el miércoles por la noche murió por heridas que –según manejan investigadores como principal hipótesis– le propinó su pareja, un hombre de 53 años que se encuentra detenido. La Justicia espera los resultados de la autopsia y entrevistas para tener precisiones de lo que ocurrió en la casa de una familia que, contaron vecinos de barrio Toba, no tenía trato con el vecindario. Aunque en voz baja, algunos vecinos deslizaron una hipótesis un tanto siniestra. «El tipo creía que la mujer y su hija estaban poseídas por el demonio y las sometía a todo tipo de calvarios».

Pobreza

Pasaje 1821 es una de las últimas calles de barrio Toba, en el extremo sur de avenida Rouillón. La zona está signada por la pobreza estructural: basurales a cielo abierto merodeados por perros sarnosos, unos pocos contenedores desbordados, zanjas de agua podrida y viviendas precarias. Toda una postal de postergación en un territorio donde la mayoría de los habitantes pertenece a la comunidad Qom.

Empujada por la desesperación, a las 21 del miércoles, la hija de la víctima, Laura G., se sobrepuso a su estado famélico y salió desesperada de su casa en pasaje 1821 al 6200. Corrió unos metros hasta lo de una vecina para decirle que su madre se estaba muriendo. La vecina que asistió Laura dijo a El Ciudadano que por la noche la chica le tocó la puerta. Entre llantos, le contó que su madre estaba convulsionando. Entonces consiguieron el teléfono de un vecino y llamaron a Emergencias. Norma Esther Quiroga estaba tirada en el colchón de una de las habitaciones, agonizante por un fuerte golpe en la nariz. «Tenía sangre de color oscuro que le emanaba de la boca». A pesar de las maniobras de RCP, la mujer murió antes de que llegara la ambulancia.

El drama de la muerte de Quiroga destapó el horror que sufrieron ella y su hija Laura. Según fuentes policiales, Laura contó que ambas vivían recluidas, incluso atadas y prácticamente no comían. Eso, sumado al aparente golpe que tenía la víctima, motivaron la detención de Rubén G. «A la víctima el Comando la encuentra con diversos traumatismos. Sin embargo, en los primeros exámenes médicos, el personal del Sies no pudo determinar la causa de fallecimiento», dijeron desde la Fiscalía.

Espiritismo

Rubén G., contaron vecinos, no tenía trato con el vecindario. «El tipo cartoneaba de noche y volvía a la madrugada. Tenía pinta de tipo serio, no se daba con nadie. Apenas saludaba. Si bien vive acá hace varios años, volvió del Chaco hace dos. Durante el día, era raro ver a las mujeres salir, a veces iban a la despensa pero no hablaban con la gente, que prácticamente no sabía sus nombres». Otros testimonios agregaron que quienes convivían en la vivienda eran asiduos asistentes de una iglesia de la zona. Pero ese cariz religioso, contaron, tenía ribetes oscuros. «Él junto con su hermano y hermana practicaban macumba. Sometían a las mujeres a rituales de espiritismo, decían que ellas estaban poseídas por el demonio. Y el detenido para hacer esto tomaba alcohol. Lo que cuentan es que si bien no se escuchaban gritos, sí se escuchaban vociferaciones, como si estuviesen orando. De hecho, cuando a él lo detiene la Policía, se había encerrado en una habitación a orar». Ese fue el relato de un vecino, el que fuentes policiales no negaron ni confirmaron, a la espera de las diligencias del caso.

El caso quedó a cargo del fiscal de Homicidios en turno, Miguel Moreno. El único y principal sospechoso de la muerte de Norma, Rubén G., quedó detenido a partir del testimonio de la hija, Laura Esther, quien fue asistida por una vecina y luego con asistencia municipal. Marcial, el hermano del detenido, reprodujo a Telefe Rosario la versión del detenido: «Los vecinos hablaron de homicidio sin saber lo que pasó. Era una gripe nomás lo que tenía. A mi hermano le dijeron que la lleve al hospital pero él dijo que Norma no quería ir al hospital». Y agregó que su hermano estaba detenido por «abandono de persona».

Desde la Fiscalía dijeron que el fiscal solicitó «el relevamiento de la escena del hecho para levantamiento de rastros y la toma de testimonios a vecinos para determinar el contexto de la pareja». El sospechoso quedó detenido en la comisaría 32ª y se prevé que será imputado en las próximas horas.

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