Dos niños de 2 y 7 años se encuentran internados con asistencia mecánica respiratoria en el hospital de Niños Víctor J. Vilela, luego de sufrir las consecuencias del incendio de su vivienda, en Amadeo Sabattini al 3100, en la zona sudoeste de Rosario. La Justicia investiga un hecho intencional, por el cual ordenó poner bajo custodia a la madre de los pequeños, también alcanzada por las llamas y con quemaduras en el 50 por ciento del cuerpo. El menor de los niños se encuentra en grave estado.
Según fuentes del Ministerio de Seguridad, el fuego se desató cerca de las 21.30 de este lunes. Personal del Comando Radioeléctrico llegó al lugar respondiendo a varios llamados que informaban sobre el incendio, desatado inmediatamente después de una explosión. Fuentes de la investigación tienen abiertas todas las hipótesis respecto de cómo se originaron las llamas.
Varios vecinos intentaron apagar el fuego hasta que llegaron las unidades de Bomberos. Los niños fueron rescatados y trasladados al centro de salud por los propios habitantes del barrio Santa Teresita, antes del arribo de la autobomba. La madre, identificada como Rocío M., de 31 años, quedó atrapada en la casa.
Personal de Bomberos Zapadores fue el que finalmente sacó a la mujer de la casa en llamas. Una ambulancia del sistema de emergencias Sies la trasladó al Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (Heca). Los médicos le diagnosticaron quemaduras en el 50 por ciento del cuerpo y quedó internada en estado reservado.
“El lunes por la noche los dos niños estaban en la unidad de cuidados críticos con asistencia respiratoria mecánica. Por la situación clínica, se sospecha de quemadura vía aérea”, informó a El Ciudadano la directora del Vilela, Viviana Esquivel.
Este martes, los pequeños continuaban con asistencia respiratoria mecánica. “Están hemodinámicamente estables, con el tratamiento habitual para estos casos de quemaduras que incluye hidratación vía parenteral”, agregó Esquivel.
El fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos en turno, Florentino Malaponte, se hizo cargo del caso. Los indicios que recogió en los primeros momentos le habilitaron la hipótesis de un origen intencional del incendio. Ordenó por eso que Rocío M. permanezca con custodia en el Heca.
Los pequeños internados en el Vilela son Isaías Benjamín M., de dos años, y su hermano Natanael Alejandro, de ocho. El menor de ellos es el de salud más comprometida.
El fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos en turno, Florentino Malaponte, se hizo cargo del caso. Los indicios que recogió en los primeros momentos le habilitaron la hipótesis de un origen intencional del incendio podría ser intencional y ante declaraciones primarias recabados en la escena del hecho que aportan datos de interés para la investigación se ordenó permanezca detenida Rocío M. con custodia en el Heca donde se encuentra en estado reservado.
Malaponte dispuso que el Gabinete Criminalístico PDI realice los peritajes de rigor y le pidió a Bomberos Zapadores un informe sobre la posible presencia de elementos acelerantes que pudieran haber provocado el incendio.
Un relato dramático y sospechas sobre la madre
La sospecha de un incendio premeditado, y la madre de los pequeños como la iniciadora del fuego, que tiene la Justicia como una de las hipótesis, está contenida también en un relato testimonial: el de la abuela de los niños.
Fuentes del caso señalaron que Griselda Viviana A., quien se presentó como la madre de Rocío M., afirmó que la joven había rociado con nafta a sus hijos al mismo tiempo que dejaba escapar el gas de una garrafa. Ese dato explica, si fuera cierto, la explosión que escucharon los vecinos y que los alertó sobre el incendio.
El trabajo de los Bomberos Zapadores
La Brigada de Bomberos Zapadores de zona sur actuó rápidamente para sofocar las llamas. Cuando llegó una de las unidades, los niños ya habían sido rescatados y trasladados al Vilela por los propios vecinos. La madre continuaba dentro de la casa.
“Los Bomberos trabajaron con celeridad y profesionalismo. Se bajó la temperatura, se sofocaron las llamas para poder llegar a una especie de patio trasero que hay detrás de la vivienda. Allí se encontraba la mamá, que tenía quemaduras en rostro, abdomen y miembros superiores”, explicó a El Ciudadano Néstor Villagra, inspector de Bomberos Zapadores de la sección sur de Rosario.
“La mujer fue rescatada con vida, se sofocó el incendio, se hicieron tareas de descongelamiento y se trabajó con una cámara térmica que permite ver el comportamiento de los gases y tomar imágenes a través del humo para saber si hay personas, porque distingue entre el calor de un cuerpo humano y el de una brasa incandescente, que tienen distintos comportamientos de acuerdo a la temperatura”, agregó el inspector.
Destacó el aporte de la cámara térmica que hizo el Ministerio de Seguridad de Santa Fe, dispositivo que consideró “fundamental” para el trabajo de rescate.
“Cuando hay que cortar la electricidad no se sabe lo que puede haber adentro y cuáles son los riesgos. El triángulo de fuego básico está compuesto por combustible, temperatura y oxígeno. Si el incendio está medianamente controlado, cuando se abre una puerta o una ventana ingresa el oxígeno de golpe y puede hace que las llamas se aviven y el fuego se propague, poniendo en riesgo al mismo personal de rescate y a las víctimas”, explicó Villagra.
