Dos policías, padre e hijo, fueron condenados a penas de cuatro años y cuatro meses, en el caso del primero; y dos años de prisión -condicional- en el caso del hijo, además de reglas de conducta, por hechos de provisión ilegal de armas.
Víctor Maldonado se desempeñaba en la Brigada Operativa de la Agencia de Investigación Criminal y fue acusado por el fiscal José Luis Caterina de los delitos falsedad, violación de secreto, hurto y provisión ilegal de armas.
La acusación que se le hizo al padre fue por «haber provisto armas de fuego a personas no identificadas hasta el momento, dedicándose de modo asiduo a obtener y adquirir para luego ofrecer y vender armas de fuego, conforme se ha podido acreditar en diversas oportunidades y circunstancias».
Los hechos datan de 2020 y se pudieron detectar a través de mensajes que mantenía con diferentes personas, donde hay conversaciones relativas a la compra y venta de material balístico de diferentes calibres. También conversaciones que «acreditan que su hijo Giuliano lo ayudaba en la localización de posibles compradores y en conseguir balas o armas».
Entre las acusaciones, se le atribuyó además haber abusado de los deberes a su cargo por no ejercer los deberes propios de su función y utilizar información sensible para favorecer la comisión de un delito.
Si bien la imputación incluía el delito de extorsión por parte de la Fiscalía, las defensas resistieron la decisión, lo que devino en una resolución de la alzada que trajo una situación procesal más beneficiosa para los dos imputados.
