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Dos policías y Milton Damario procesados por saga de aprietes

Los uniformados están acusados de no haber asentado el ingreso de un detenido, víctima de extorsión, a la Jefatura.

Un nuevo procesamiento recayó ayer sobre Milton Damario y su hermano José, esta vez por un hecho de extorsión para lograr la entrega de “mercadería y dinero” que incluyó una balacera a la casa de Carlos “Toro” Escobar, ex allegado a los acusados, ocurrida en agosto del año pasado. Por este mismo hecho un ladero de los Damario también fue encausado. A su vez dos uniformados que prestaban servicios en la sección Seguridad Personal de la Policía local irán a juicio, en caso de quedar firme la decisión, por incumplimiento de los deberes de funcionario público por un hecho ocurrido un mes antes pero vinculado con el anterior.

Una orden judicial que dispuso la intercepción de comunicaciones telefónicas en la causa donde se investigaba el homicidio de Juan Pablo Colasso, ocurrido en Villa Gobernador Gálvez en noviembre de 2012, dejó al descubierto un apriete de policías sobre Carlos “Toro” Escobar, hoy condenado a 11 años y medio de cárcel por la muerte de Sebastián Soperez (en agosto de 2010) y en ese momento beneficiado con salidas laborales. En esa oportunidad fue intervenido el celular de Milton Damario –hoy procesado en el crimen de Colasso–, donde se captó una serie de mensajes entre el Toro y la mujer de Damario. En ellas, el primero le dijo que la Policía lo había detenido, que conocían su vinculación con Milton y lo obligaron a llamar y pedir 50 mil pesos para no “embagayarlo”, sostiene la resolución.

Extorsión y amenazas

Ello derivó en una declaración del Toro en sede policial, donde sostuvo que el 24 de julio de 2013 fue con un tal Coco a visitar a un amigo que estaba internado en el Heca. Cuando se retiraron del hospital en un Volkswagen Bora rojo, los detuvieron dos hombres que se movilizaban en un VW Polo gris, quienes se identificaron como policías, los trasladaron a Jefatura y los separaron. A Escobar lo llevaron a la oficina de Seguridad Personal y le dijeron: “Sos el Toro de los Cantero, tenés un homicidio en la comisaría 21ª”. El declarante sostuvo que le dijeron que sabían que era “gente de Damario”, que lo llamara y le pidiera 50 mil pesos para no embagayarlo. Entonces el declarante salió de Jefatura, fue hasta una estación de servicios en la autopista Rosario- Santa Fe, donde recibió de Milton Damario –quien estaba prófugo– 20 mil pesos, mientras éste se quedó con su auto. Algunas horas después Escobar entregó ese dinero fuera de la Jefatura a un policía, según detalla el fallo.

Un mes después Escobar denunció que fue amenazado de muerte por Milton Damario y afirmó que el 22 de agosto de 2013 una motocicleta paró en su domicilio de la zona sur, junto con otros dos vehículos, se bajó Damario con una ametralladora y disparó contra su vivienda. La víctima sostuvo que su vínculo con Milton venía porque arreglaba los autos de Damario en su taller mecánico, pero dejó de hacerlo para no tener problemas con la Policía. A partir de allí comenzaron las amenazas, sostiene el fallo.

La causa judicial

Más tarde, el Toro se desdijo de esta declaración y suavizó la situación respecto de Damario y la presunta extorsión de los policías, aunque el material colectado en las investigaciones, que tramitaron en los juzgados de Instrucción 11ª y 15ª pero fueron resueltas por el juez Juan Andrés Donnola, dio sustento a la versión original de Escobar.

Según el magistrado, hay elementos que confirman la detención del Toro en julio de 2013 en la Jefatura. A modo de ejemplo citó: el auto Bora en el que circulaba, las mensajes de texto entre la víctima y la mujer de Damario –donde el primero le contaba la extorsión y le hacía el requerimiento del dinero–, el testimonio de su acompañante que confirma la detención de ambos y la falta de acta o anotación donde constara su arresto o ingreso a la Jefatura.

Se determinó que los dos agentes que detuvieron a Toro y Coco fueron Néstor Agustín O. y Víctor Hugo A., quienes fueron procesados por incumplimiento de los deberes, ya que no confeccionaron el acta de detención de Escobar. A su vez, entendió que no se pudo determinar aún qué grado de responsabilidad tienen los acusados en las maniobras extorsivas, ni se pudo establecer quiénes participaron de ellas, ya que Escobar no los identificó, sin perjuicio de la continuidad de la investigación.

En cuanto a las amenazas atribuidas por Damario y su entorno, el juez tuvo en cuenta una serie de entrecruzamientos de escuchas donde Damario o su hermano le pedían a Escobar la entrega de una “mercadería”, que el juez estima podría ser droga, y dinero en efectivo, con el que el Toro se habría quedado. Ello derivó en varias intimidaciones verbales, telefónicas, lo que se coronó con el ataque al frente de la vivienda de la víctima, refiere el fallo.

Por este hecho Milton Damario fue imputado de instigador de la coacción reiterada junto con su hermano José, alias Pepe, quien fue señalado con la misma figura y a la vez encausado por su participación en el ataque junto con Matías N. y un tal Bananín, quien aún no fue identificado. Ahora, el juez Donnola procesó a los acusados por el delito de extorsión agravada por uso de armas. El magistrado giró copias para que se investigue a Escobar por el presunto delito de falso testimonio.

Milton Damario tiene una reciente condena por drogas a 4 años de cárcel y varias causas abiertas: además del procesamiento por el caso Colasso, está encausado en el homicidio de Lucas Espina, en enero de 2013 en barrio Tablada. Tiene pendiente una imputación en el asesinato de Claudio “Pájaro” Cantero, ocurrida el 26 de mayo de 2013.

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