Dos primos de 27 y 23 años se presentaron este jueves en el Centro de Justicia Penal y quedaron detenidos. Están sospechados de ser los autores del crimen de Raúl Oscar «Changa» Orellana, cometido el 1º de enero en la esquina de Centeno y Rodríguez, en barrio Itatí. La víctima murió a consecuencia de un puntazo en el pecho tras una discusión cerca de su casa y la evidencia que compromete al dúo será revelada este viernes a las 10 en una audiencia imputativa en el Centro de Justicia Penal, adelantaron voceros judiciales.
Según voceros policiales, la División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (ex PDI) tomó declaraciones a testigos de identidad reservada que ubican a los primos Alejandro y Oscar O. (23 y 27 años) como probables autores del crimen de Orellana. Pero antes de que los pedidos de captura se efectivizaran en órdenes de allanamiento, los sospechosos se entregaron en el Centro de Justicia Penal y quedaron a disposición de la fiscal Marisol Fabbro, agregaron las fuentes.
Changarín
Orellana había llegado del Chaco hace unos catorce años. Le decían Changa por una buena razón: nunca trabajó en blanco, y se ganaba la vida podando árboles y cortando pasto para una pequeña cantidad de clientes de confianza. Tenía 32 años y vivía con su familia en barrio Itatí, también conocido como Villa Centeno, tal como publicó El Ciudadano.
La madrugada del 1° de enero la pasó entre asado y tragos. La celebración tuvo un corte abrupto –según contaron vecinos– cuando el Changa le salió al cruce un grupo que celebraba Año Nuevo cerca de su casa y que le hizo un comentario desubicado a su hermana.
Siguió una pelea a las trompadas hasta que uno de sus contrincantes sacó un cuchillo y le asestó un puntazo en el corazón que le quitó la vida poco después, camino al hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), dijo la viuda de la víctima, en un testimonio similar a lo reportado por fuentes oficiales.
La mujer consideró necesario dejar en claro que el Changa «trabajaba, no estaba en la droga, ni se drogada. Podaba árboles y hacía changas. Incluso ahora tenemos que avisarles a sus clientes que no podrá ir a trabajar».