El cannabis sigue siendo la droga más consumida en Europa. La heroína está en baja aunque representa todavía parte importante de mortalidad, y se diversifica. Mientras tanto, entre los estimulantes, la cocaína está por delante de las drogas sintéticas. Por otra parte, crecen las nuevas sustancias psicoactivas escondidas tras “euforizantes legales”.
Estas son algunas conclusiones del informe anual del Observatorio Europeo de las Drogas y la Toxicomanía (Oedt) presentado ayer en Lisboa, Portugal.
El mercado de las drogas en Europa está en constante evolución, con sustancias cada vez más puras, la expansión del cannabis, la mutación del tráfico de heroína y nuevos productos sintéticos.
Más de 80 millones de personas, una cuarta parte de la población adulta de la Unión Europea (UE), han consumido drogas ilícitas, indica el informe del que la AFP obtuvo un ejemplar.
Se constata un “alza sensible” del nivel y de la pureza de las drogas, tanto en contenido de THC (principio activo) del cannabis como en MDMA (principio activo) en los comprimidos de éxtasis y en la pureza de la cocaína y la heroína. Es la consecuencia de la innovación técnica y de la competencia en el mercado.
Potente yuyo verde
Como ejemplo, la producción de hierba de cannabis se ha intensificado en los últimos años, primero como resultado de pequeños productores interesados por la calidad, y luego a raíz de redes mafiosas atraídas por los beneficios, que empujan a los productores de resina, en su mayor parte marroquí, a mejorar la producción y mantener la competitividad. Los contenidos medios de los principios activos se multiplicaron por dos en cinco años, y los de la resina en diez.
El consumo aumenta en particular en Francia, en Bulgaria y en los países nórdicos.
Es el producto más frecuentemente citado por los pacientes europeos que inician tratamiento. Representa además del 80 por ciento de los decomisos, y el 60 de consumo o posesión.
Diversificación e innovación, lo viejo y lo nuevo
La heroína, principal opiáceo consumido en Europa, está en baja, aunque representa todavía una parte importante de la mortalidad debida a las drogas y tiene 1,3 millón de consumidores “problemáticos”. Los decomisos también disminuyeron. Pero el Observatorio Europeo de las Drogas y la Toxicomanía manifiesta su preocupación por el reciente aumento de la producción de opio en Afganistán, país que provee la mayor parte de la heroína que entra en Europa, lo que podría acarrear una mayor disponibilidad en el mercado.
Además, el descubrimiento en España de laboratorios de tratamiento de heroína pone de manifiesto que el mercado innova.
A todo ello se añade una mutación del tráfico de heroína hacia Europa. La ruta de los Balcanes sigue siendo predominante, pero la “ruta del sur gana terreno”.
Ésta parte de Irán y de Pakistán y llega a Europa a través de los países de la península Arábiga o de África.
Este cambio va acompañado por una diversificación de los productos importados (morfina, opio, drogas de síntesis) y del modo de operar de los traficantes (medios de transporte, rutas utilizadas) en función de las evoluciones de las políticas represivas de los países atravesados, de los medios desplegados contra los traficantes y de la inestabilidad de los territorios.
Cocaína y drogas sintéticas
La competencia se diversifica también en el mercado de los estimulantes, en el que la cocaína sigue siendo la droga más frecuentemente consumida, por delante de las anfetaminas, el éxtasis y un número creciente de drogas de síntesis, entre ellas las catinonas, cada vez más frecuentes.
El observatorio alerta también respecto de los nuevos modos de consumo de riesgo, señalando las “urgencias agudas” debidas al consumo de cannabis de alta dosificación, las sobredosis consecuencia de la combinación de psicótropos y opiáceos, y la peligrosa práctica del “slam” (inyección de metanfetaminas con otros estimulantes).
El informe manifiesta asimismo su preocupación por las “nuevas sustancias psicoactivas” (NSP), cada vez más numerosas, vendidas como “euforizantes legales” y a menudo utilizadas en remplazo de drogas ilícitas, pero que pueden ser mortales. La mayoría son importadas, pero algunos se producen ahora en laboratorios clandestinos de Europa.