El DT de un equipo de fútbol uruguayo mató de un disparo a un niño de 10 años y luego se suicidó con la misma arma con que ultimó al pequeño. Los cuerpos fueron hallados, abrazados, en un descampado de Villa Serrana, una localidad ubicada en el departamento de Lavalleja, Uruguay. Según los primeros resultados de la autopsia, el nene presentaba signos de haber sufrido abuso sexual.
El menor fue identificado como Felipe Romero, quien practicaba fútbol en el Club Defensor de Maldonado (CDM) y que era intensamente buscado desde este jueves, cuando Sierra lo retiró de la escuela en donde asistía, sin consentimiento de su madre, y no lo llevó de regreso a su casa.
El supuesto autor del crimen fue reconocido como Fernando Sierra, de 32 años, quien al igual que la familia de Felipe, vivía residía en el barrio El Tesoro, de la Barra. Además, el hombre entrenaba la división de 9 años de baby fútbol del CDM.
Según señala el diario El País, de Montevideo, el resultado de la autopsia, a cargo del médico forense Sergio Mozzo, indicó que se encontraron en el cuerpo del chico “pastillas tranquilizantes”, y que “el niño había sido abusado sexualmente por el entrenador”.
La misma fuente dijo, además, que dos días antes de la desaparición, Alexandra, la madre de Felipe, se había encontrado con el entrenador en el club para decirle que por recomendaciones de la psicóloga del niño “no podía estar más a solas con él”, a lo que el Serra respondió: “Si no puedo ver más a Felipe me mato”.
El final más temido
Siempre de acuerdo a los datos recogidos por periodistas de El País, la búsqueda del niño fue intensa y de ella participaron distintas fuerzas de seguridad y de rescate, efectuando rastrillajes por tierra y aire por una amplia zona en el departamento de Maldonado.
Según las pesquisas, el atroz homicidio y posterior suicidio habrían ocurrido entre las últimas horas de la noche del jueves y la madrugada del viernes. Junto a los cuerpos la Policía halló varios blister de pastillas tranquilizantes y el arma que se habría usado para cometer el atroz homicidio y posterior suicidio.
Este fin de semana se llevaría a cabo otra de las habituales fechas del torneo de baby fútbol, pero todas las actividades fueron suspendidas en Minas, capital del departamento en donde ocurrió la tragedia.
La tarde de la peor decisión
El jueves por la tarde, Sierra salió de su casa alrededor de las 15, de acuerdo al relato de sus familiares a la Policía, “sin notar ninguna actitud fuera de lo normal”. Sin embargo, en el diario El País los investigadores periodísticos cuentan que “en el curso de las horas que siguieron el entrenador planeó cómo pondría punto final a su vida y a la del pequeño y los preparativos incluyeron el alquiler de un automóvil por un período de 20 días, la compra de tres blisters de tranzquilizantes” y recogió al nene de la Es cuela Nº 2 de Maldonado. Después, tiró su celular por la ventana del rodado cuando circulaba por la ruta 39 hacia el norte, con el fin de que no pudieran localizarlo.
Tras tirar el teléfono, el homicida condujo hacia el oeste hasta llegar a Villa Serrana en donde abandonó el automóvil que había alquilado y se adentró con el niño en una zona en donde hay un frondoso follaje.
Según contaron allegados al homicida, Felipe le decía “papá” al entrenador y le escribió varias cartas que fueron secuestradas por los investigadores. También encontraron en la casa del DT dibujos que el nene le había regalado en donde retrató a los dos juntos jugando al fútbol.
Villa Serrana, zona descampada en donde se halló la macabra escena.
