Seguramente ningún hincha costarricense ni griego habrá imaginado en la previa del Mundial este escenario que hoy se les presenta. Los Ticos integraban el “grupo de la muerte” con tres campeones mundiales, mientras que los Helénicos partían un escalón detrás de Japón y Costa de Marfil en la zona que tenía a Colombia como favorito.
Pero en el fútbol nada es absoluto y ambos salieron airosos de la primera fase y ahora están ante la chance de concretar la mejor actuación mundialista de su historia, algo que Costa Rica ya igualó con su participación en Italia 90 y Grecia concretó ya que en su tercer mundial pasó por primera vez a octavos de final. Pero ninguno de los dos se conforma y sueña con meterse en el grupo de los ocho que animarán una nueva instancia.
Costa Rica actual, dirigida por el colombiano Jorge Luis Pinto, apunta muy alto y por el momento se ha ganado por méritos propios la etiqueta de equipo revelación. Ganó el grupo D y se mantuvo además invicta en la primera fase con triunfos sobre Uruguay (3-1) e Italia (1-0) y un empate final ante Inglaterra (0-0) cuando ya estaba matemáticamente clasificada para estos octavos.
Pinto tiene su plantel a disposición y el equipo que ganó a Italia en la segunda fase se perfila como el que debe servir ahora para los octavos.
Grecia viene de un pequeño milagro, cuando un penal transformado por Georgios Samaras en el 90+2 permitió ganar 2-1 a Costa de Marfil y con ello lograr una clasificación agónica a octavos de final.