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Dueño de marca de suplementos deportivos prohibida cumple 11 años de prisión por encargar asesinato de su socio

Este miércoles se conoció la medida sanitaria contra los productos NutriLab. El dueño de la firma que los elabora en la ciudad fue detenido en mayo de 2021 acusado de ordenar, dos veces, el crimen de su compañero de negocios a través de un preso que manejaba a sicarios

La Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal) prohibió este miércoles la comercialización en todo el territorio provincial de los productos alimenticios rotulados como «suplemento dietario» de la marca Nutrilab. Fue porque no está vigente el Registro Nacional de Establecimientos (RNE), con lo que los preparados son ilegales. Pero detrás de esa noticia está el dueño de la marca y la empresa elaboradora, un rosarino que cumple una condenda a 11 años de prisión en modalidad domiciliaria por haber encargado a un sicario, hace dos años, el asesinato de su socio en el emprendimiento.

https://www.elciudadanoweb.com/a-tener-en-cuenta-prohiben-suplementos-dietarios-de-una-reconocida-marca/

Agentes de la Tropa de Operaciones Especiales detuvieron a Lucas Farruggia el 13 de mayo de 2021 en una casona del barrio La Florida. En esa propiedad, de Álvarez Thomas y Gallo, estaba el dueño de NutriLab, pero se la había alquilado al ex piloto de Fórmula Uno Oscar «Poppy» Larrauri, a la vez ex empresario frigorífico y concejal imputado por lavado de dinero proveniente del juego ilegal.

En la casa de la zona norte de Rosario encontraron, además de a Farruggia, 232 pastillas de éxtasis.

El empresario estaba sospechado de planificar el asesinato de su socio, con quien había mantenido una discusión. El crimen no se materializó, según las crónicas del momento, porque la víctima fue alertada y resguardada por la Agencia de Criminalidad Organizada.

 

A Farruggia lo detuvieron como consecuencia de escuchas telefónicas en el marco de la causa por el crimen de Nicolás «Fino» Ocampo, considerado mano derecha del narcotraficante Esteban Alvarado, ejecutado el 16 de abril de 2021 en Ocampo al 6600, en la puerta de la casa donde cumplía prisión domiciliaria. En esa pesquisa, se tomó conocimiento de que uno de los presuntos autores del homicidio del Fino había sido contratado, también, para otro asesinato: el del socio comercial de Farruggia.

Ese crimen, de acuerdo a las comunicaciones telefónicas interceptadas, debía concretarse el 10 de mayo de 2021 a las 10 de la mañana. Un día antes, se alertó a la víctima y se la puso en resguardo. Tres días después, caía preso el dueño de NutriLab, quien según el proceso judicial había ofrecido medio millón de pesos por el «trabajo».

 

Dos intentos de asesinato fallidos

 

El sicario que contrató, y que finalmente no pudo matar al socio, fue detenido luego por la Policía Federal. Pero, en realidad, hubo dos intentos de homicidio, según lo que presentó la acusación en el juicio contra Farruggia. La investigación reconstruyó el antecedente: el 21 de abril de 2020, un sicario que iba como acompañante en una moto se bajó en Avenida del Rosario al 2700 e intentó matar al socio del dueño de NutriLab con una pistola calibre 9 milímetros. Ninguno de lo tres disparos que hizo dio en el blanco, y además el Comando Radioeléctrico persiguió al frustrado gatillero y lo arrestó.

Los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery consiguieron determinar que el encargue de ese ataque fue de un preso en la Unidad 3, a quien a su vez le había pedido el trabajo Farruggia. El plan se retomó, con otro ejecutor y con fecha definida: sería el 10 de mayo. En esta segunda oportunidad, fueron las escuchas telefónicas de la investigación por el crimen del «Fino» Ocampo las que arrojaron el dato que permitió evitar el asesinato. Hasta la cifra prometida: medio millón de pesos.

En diciembre del año pasado, mediante un juicio abreviado acordado entre los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada y los defensores del empresario, que fue homologado por el juez Carlos Leiva, Farruggia fue condenado a 11 años de prisión por «homicidio calificado por haber sido cometido por precio o promesa remuneratoria y por el concurso premeditado de dos o más personas en grado de tentativa». Su defensa pidió continuar con la prisión domiciliaria que ya tenía en preventiva, fundada en razones de salud.

 

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