La famosa Ley de Murphy dice que “si algo puede salir mal, saldrá mal”. Más allá del pesimismo implícito en la frase, algo de eso sucedió en Porto Alegre, donde Central fue derrotado con autoridad por Gremio.
Es que afrontar este compromiso sin las mejores armas disponibles suponía un alto riesgo. Diego Cocca apostó por algunos jugadores jóvenes, con poca experiencia, para reemplazar a varios habituales titulares. Y la jugada fracasó.
El equipo brasileño venció con comodidad a los Auriazules y los dejó fuera de combate en la fase de grupos de la Copa Libertadores cuando aún quedan dos fechas por delante. Decepción total en el Canalla.
De principio a fin. El dominio del local fue total. Everton estuvo imparable y se armó un festín por el costado izquierdo que defendía el pibe Nahuel Molina, quien vivió una verdadera pesadilla en el Arena Do Gremio, donde Central paseó todas sus miserias ante un equipo muy superior.
Todavía cuesta creer que el DT canalla haya decidido dejar a la columna vertebral del equipo trabajando en Rosario para ir a jugar a la cancha del campeón de América 2017 y semifinalista de la edición anterior con un puñado de juveniles y algún que otro jugador de experiencia como el chileno Alfonso Parot o el Chaco Herrera.
No hizo pie nunca Central, si aguantó hasta la media hora de juego fue únicamente por la figura de Ledesma (cumple siempre). Pero la séptima fue la vencida para Gremio, que llegó a su más que merecido premio tras un centro del intratable Renato que encontró sólo a Jean Pyerre en el corazón del área para el 1-0.
Fue un monólogo del anfitrión, que no sacó el pie del acelerador y aumentó la ventaja en el inicio del complemento, cuando Cocca ya había dispuesto el ingreso de Duván Vergara por un intrascendente Joaquín Pereyra. Pero nada cambió en Central, que se mostró endeble en todas sus líneas, especialmente en el mediocampo, sin contención ni proyección.
El tercer gol fue una concreta síntesis de lo que fue el desarrollo del partido: Leonardo demoró lo que quiso hasta que se acomodó y la puso contra un palo para liquidar por completo a un Canalla que a esa altura ya hacía rato que se arrastraba por la cancha.
Flojísima presentación del Canalla en su excursión por Porto Alegre, donde no jugó a nada y la terminó sacando barata. Pobre exposición de un equipo que entregó por completo sus chances de seguir disputando el torneo más importante de América.
