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Dura interpelación por la violencia del Consejo Arquidiocesano al gobierno, tras «Marcha por la paz»

“¿Qué connivencia social, política, judicial, de las fuerzas de seguridad nos ha llevado hasta aquí? ¿Qué políticas públicas decididas y valientes se están aplicando para remediar este flagelo?", se pregunta en palabras del arzobispo Eduardo Martín, a la vez que describe un "clima de terror"

El Consejo Arquidiocesano de Rosario emitió este miércoles 20 un documento en el que se pronuncia acerca de la violencia que azota la ciudad y que en las últimas horas se cobró la víctima fatal número 178: el arquitecto Joaquín Pérez. Es un duro comunicado de la feligresía católica, donde habla de un “clima de terror” y pone en palabras del arzobispo Eduardo Martín preguntas clave sobre los responsables de tanta inseguridad: “¿Qué connivencia social, política, judicial, de las fuerzas de seguridad nos ha llevado hasta aquí? ¿Qué políticas públicas decididas y valientes se están aplicando para remediar este flagelo? ¿Por qué nos está ganando la droga, con su correlato que es el narcotráfico, con su contenido de dinero negro, de poderosas armas de fuego, ostentación, lujo, violencia y muerte?”.

El documento llega horas después de que la Arquidiócesis de Rosario llevara adelante la llamada “Marcha por la paz”, que se desarrolló desde la plaza López al Monumento en el anochecer de este martes 19, cuando al mismo tiempo mataban a Joaquín Pérez, con la participación de cientos de fieles. En ella, el presbítero Fabián Belay, delegado de la Pastoral de Drogadependencia arquidiocesana, dijo que el objetivo de la marcha fue “cuestionar, interpelar” a la dirigencia pero, puntualizó, “por sobre todas las cosas, ayudar”. Y remarcó: “Este tema exige que la política supere la grieta y se siente a dialogar, a generar programas para que esto se supere. Yo eso no lo veo. Hoy se necesita madurez”.

“Hace unos días nuestro arzobispo nos decía que «como cristianos estamos llamados a ver la realidad con la mirada del Evangelio: si hay un miembro de nuestra sociedad que padece, también nosotros padecemos porque hay una solidaridad tanto en el bien como en el mal. El otro no es un extraño, no es un enemigo, el otro es un prójimo, es un hermano»”, dice el documento y cita la homilía del pasado 7 de octubre, en el Día de la Virgen del Rosario, cuando la ciudad celebra su creación.

“Asistimos a una ola de violencia que recrudece con el tiempo. Cada día se producen muertes violentas, robos, arrebatos y otros hechos delictivos enlutando a muchas personas creando así un «clima de terror y de inseguridad que aflige a la población y que es contrario a la voluntad de Dios. Él quiere que todos sus hijos e hijas vivan su existencia en un clima seguro, de serenidad y de armonía»”, recuerda el comunicado dichos del papa Francisco en su “Carta”, de julio de este año.

“Por eso, como escribe el Papa «ante la violencia, la injusticia y la opresión, la Iglesia no puede encerrarse en sí misma o esconderse en la seguridad de su propio recinto», y refiere al Ángelus del 9 de febrero del año pasado.

“La Iglesia, cada uno de nosotros, está llamado a ser luz en su propio lugar, sembrando paz, denunciando, escuchando el grito de dolor de tantos ciudadanos y ciudadanos.

También nos preguntamos con nuestro arzobispo Eduardo Martín: «¿Qué connivencia social, política, judicial, de las fuerzas de seguridad nos ha llevado hasta aquí? ¿Qué políticas públicas decididas y valientes se están aplicando para remediar este flagelo? ¿Por qué nos está ganando la droga, con su correlato que es el narcotráfico, con su contenido de dinero negro, de poderosas armas de fuego, ostentación, lujo, violencia y muerte?»”.

«Como Consejo Arquidiocesano de la Acción Católica de Rosario, pedimos a Dios que «convierta el corazón de los responsables de tanta muerte y desolación y que inspire a los encargados del bien común a comprometerse en la erradicación del crimen y de la impunidad así como en la generación de espacios de trabajo digno y útil de la entera sociedad, especialmente a los jóvenes de esta tierra, que les permita salir de condiciones de pobreza y de marginación proyectarse hacia el futuro y no ceder a la tentación de adecuarse al circuito del narcotráfico y de la violencia»” (Papa Francisco, Carta, 07/2021).

“Comprometámonos con nuestra oración y acción a ser personas que aparten de su corazón, de sus palabras y de sus gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas, que cuiden de la casa común llevando la Buena Noticia de Jesús a todos nuestros ambientes. Alabado sea Jesucristo”, cierra el documento del Consejo Arquidiocesano de Rosario.

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