El ex jefe de Gabinete del kirchnerismo Aníbal Fernández difundió hoy una durísima carta dirigida a la ex presidenta Cristina Kirchner, en la que cuestionó la estrategia «light» y alejada del peronismo a la que apostó en las últimas elecciones y le reprochó que busque «limpiar el horizonte» de dirigentes que «se han roto el alma en nombre del proyecto».
En la misiva, Fernández cuestionó a la ex mandataria por haber desconocido al Partido Justicialista en las últimas elecciones legislativas y apostar a Unidad Ciudadana, «una construcción berreta que lejos de parecerse a un frente compuesto por fuerzas de distintos palos se asemeja más a quienes desde la impotencia» intentan hacer «desaparecer» al peronismo.
«No soy ni agorero ni un traidor… Sólo desprecio esta pretendida construcción (berreta) que lejos de parecerse a un frente compuesto por fuerzas de distintos palos, se asemeja más a quienes desde la impotencia, como les pasa a los nenitos, han intentado hacernos desaparecer y sin embargo, día a día nos multiplicamos», advirtió el ex funcionario.
Tras citar una frase del ex presidente Néstor Kirchner que señala que «con el peronismo no alcanza, pero sin el peronismo no se puede», remarcó además que estos «partiduchos» no tienen «la densidad ni la carnadura y textura del Movimiento Nacional» y sostuvo que aunque el «nuevo espacio contenga algunos nombres respetables y muchos militantes que vibran con las mismas consignas que voceaba el pueblo peronista en el ´45 o la gloriosa JP en los cercano/lejanos ´70s… no es el peronismo».
«No respeta ni sostiene el valor constitutivo de la lealtad. No contiene el rigor del ´Luche y Vuelve´. Nadie, ahí dentro, daría ‘la vida por Perón’, ni por los peronistas», insistió en la carta, difundida por el portal Infobae y tuiteada por el ex funcionario.
Fernández, quien acompañó desde distintos roles institucionales durante los 8 años en que la ex jefa de Estado estuvo al frente de la Casa Rosa, advirtió además que «hoy hay leales que están presos por leales y traidores que no sólo gozan de las mieles de su entrega, sino que cada tanto son convocados por el nuevo espacio».
Si bien no los nombró, la frase pareciera estar dedicada a los ex funcionarios que recientemente fueron detenidos por casos de corrupción: de hecho, Fernández concurrió este lunes al penal de Marcos Paz para visitar al exministro de Planificación Federal Julio De Vido.
Fernández se refirió además a la estrategia de campaña asumida por la senadora electa en los últimos meses: le cuestionó que haya querido «parecerse al enemigo» y dijo que «no se puede» borrar del horizonte a «dirigentes estigmatizados que se han roto el alma en nombre del proyecto».
«No se puede hacer campaña con el culo en la mano. No se puede ser socio de un club que no te quiere como un socio más, aunque pagues rigurosamente la cuota que, además no es barata. No se puede ´parecerse´ al enemigo utilizando hasta su terminología, sin pagar consecuencias. No se puede ´ignorar´ el fuego amigo y disfrazarlo de vehemencia. No se puede aceptar o perdonar las peores agachadas de mierda en nombre de la Unidad y la Concordia», indicó.
Y agregó: «Aunque decidan una campaña light y amateur para evitar que se recuerde a la ‘Vieja Cristina’, hacedora de tanto, mientras la ‘Nueva Cristina’ habla de los logros de sus dos gobiernos; y aunque se limpie el horizonte de ‘dirigentes estigmatizados’, dirigentes que se han roto el alma en nombre del Proyecto (por favor no me incluyan en esta calificación), aunque te pidan que no vayan a los actos, no integres las listas, no juegues… No se puede».
El ex ministro advirtió que «es imposible recuperar con las redes lo que se ha perdido en la calle», por lo que pidió no defender los errores «como si fuesen una herencia» y le envió un mensaje directo a la expresidenta al señalar: «Hace 72 años que, los de afuera (que son de palo) nos auguran ´el fin del peronismo ´. Eso quisieran porque lo que nos pasa hoy nos pasó alguna otra vez y siempre fue el pueblo peronista, su lealtad, su solidaridad, lo que sacó al país adelante. ¿Tenés alguna duda que volverá a suceder lo mismo con el peronismo?».
«Por lo demás, es innegable el ataque cotidiano de los medios, la (in)Justicia, las Corporaciones. Como es innegable que, como dicen por ahí, están llevando a cabo una ´cacería´. Pero las piezas de caza apreciadas en este coto, son bien definidas y casi todas sufren la desprotección de la manada», completó.
La carta completa
«Con el Peronismo no alcanza,
Sin el Peronismo no se puede»
Néstor Kirchner (un grande de verdad)
Como un hermoso jarrón chino -ese objeto valioso y preciado por toda la familia, al que nadie le encuentra el lugar adecuado-, nuestra conducción atraviesa al Peronismo… que no la atraviesa.
Nuevas construcciones (el mismo perro con diferente collar); uniones de similares características que partiduchos liberales acotados desde Juan Perón al rol de herramientas electorales, alianzas policromáticas; armados horizontales que, sin embargo, tienden a orbitar en torno a la estrella de un sistema político-planetario que se obsesiona en juntar asteroides, cometas que pierden su brillo, cuerpos celestes varios, pero ninguno con la densidad adecuada, casi todos fugaces, absolutamente pasajeros.
Estos «espacios políticos/partiduchos» no tienen la densidad ni la carnadura y textura del Movimiento Nacional. ¿Será que el Peronismo no ha sido invitado a esta cita? ¿Qué digo invitado? Ha sido, más bien, des-invitado y aunque el «nuevo espacio» (creado o por crear) contenga algunos nombres respetables y muchos militantes que vibran con las mismas consignas que voceaba el pueblo peronista en el ´45 o la gloriosa JP en los cercano/lejanos ´70s… no es el Peronismo. No respeta ni sostiene el valor constitutivo de la Lealtad. No contiene el rigor del Luche y Vuelve. Nadie, ahí dentro, daría «la vida por Perón», ni por los peronistas. Y si bien es cierto, como decía Néstor, que «Con el Peronismo no alcanza», es más cierto como cerraba él aquella frase: «Sin el Peronismo no se puede».
Y no. No se puede. Aunque decidan una campaña light y amateur para evitar que se recuerde a la «Vieja Cristina», hacedora de tanto, mientras la «Nueva Cristina» habla de los logros de sus dos gobiernos; y aunque se limpie el horizonte de «dirigentes estigmatizados», dirigentes que se han roto el alma en nombre del Proyecto (por favor no me incluyan en esta calificación), aunque te pidan que no vayan a los actos, no integres las listas, no juegues… No se puede.
No se puede hacer campaña con el culo en la mano. No se puede ser socio de un club que no te quiere como un socio más, aunque pagues rigurosamente la cuota que, además no es barata. No se puede «parecerse» al enemigo utilizando hasta su terminología, sin pagar consecuencias. No se puede «ignorar» el fuego amigo y disfrazarlo de vehemencia. No se puede «aceptar o perdonar» las peores agachadas de mierda en nombre de la Unidad y la Concordia.
Y no importa si te soplan en la oreja algunas consignas pensadas por especialistas ecuatorianos, portugueses o de la Conchinchina. El Peronismo tiene lógicas que la teoría de la comunicación política mundial no entiende. Es imposible recuperar con las redes lo que se ha perdido en la calle. Qué se le va a hacer. Todos hemos cometido errores. El tema es no defenderlos como si fuesen una herencia.
Por lo demás, es innegable el ataque cotidiano de los medios, la (in)Justicia, las Corporaciones. Como es innegable que, como dicen por ahí, están llevando a cabo una «cacería». Pero las piezas de caza apreciadas en este coto, son bien definidas y casi todas sufren la desprotección de la manada. Distinto de lo que predicaba Juan Perón cuando nos avisaba que «La unidad nos da la fuerza, la solidaridad la cohesión.»
Puede ser que la Lealtad ya no «garpe» electoralmente. Pero (y perdón por agarrarme de Juan Perón con tanta fuerza), «Hay dos clases de lealtades: la que nace del corazón que es la que más vale y la de los que son leales cuando no les conviene ser desleales». Hoy hay leales que están presos por leales y traidores que no sólo gozan de las mieles de su entrega, sino que cada tanto son convocados por el «nuevo espacio» para ver si vuelven al redil, o si negocian, o si dialogan, o si articulan o si… coso.
Hace 72 años que, los de afuera (que son de palo) nos auguran «el fin del peronismo». Eso quisieran porque lo que nos pasa hoy nos pasó alguna otra vez y siempre, siempre, fue el Pueblo peronista, su lealtad, su solidaridad, lo que sacó al país adelante. ¿Tenés alguna duda que volverá a suceder lo mismo con el Peronismo?
No soy ni agorero ni un traidor… Solo desprecio esta pretendida construcción (berreta) que lejos de parecerse a un frente compuesto por fuerzas de distintos palos, se asemeja más a quienes desde la impotencia, como les pasa a los nenitos, han intentado hacernos desaparecer y sin embargo, día a día nos multiplicamos. ¿Sin el Peronismo?… hummm, no. ¿Sabés que no?