El gobierno nacional resolvió postergar hasta enero de 2019 el aumento en las tarifas de gas domiciliario que debía regir desde octubre, como parte del paquete de medidas de «alivio» para compensar el impacto de la devaluación del peso después de las Paso. Este diferimiento se suma a los ya vigentes para el servicio, en un intento primero de mejorar las chances electorales del oficialismo y, ahora, con la contundente derrota en las primarias, para no incendiar al ciudadano frente a la última debacle cambiaria. No es gratis:
«El aumento de octubre no lo vamos a hacer y en diciembre tendrá lugar la audiencia pública para aplicarlo recién en enero», confirmó el secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui. O sea: queda para afrontarlo durante el próximo gobierno.
Dureza en cuotas
En marzo pasado, se realizó una audiencia pública que determinó para el gas domiciliario una primera actualización anual del 29 por ciento. Sin embargo, para evitar que esa suba se descargara plenamente sobre los consumidores durante la temporada invernal, y con el año electoral encima, se acordó escalonar ese incremento.
A la vez, se aplicó una «tarifa plana» para los usuarios domiciliarios durante los meses de mayor consumo, que van de junio a septiembre.
El diferencial de esa tarifa, cercano al 20 por ciento del total de las boletas, está previsto que sea pagado por los usuarios a partir de diciembre, cuando las facturas reflejan el menor consumo habitual.
La tarifa se incrementó así un 10 por ciento en abril; otro 9,5 en mayo; y 7,5 en junio, pero esas subas coincidieron con la aplicación de la tarifa plana para los hogares.
El alza así absorbida por el Estado, según estaba previsto, iba a trasladarse en octubre a los consumos familiares de gas.
La audiencia pública programada para octubre se postergó hasta diciembre. Es la que debe definir la proporción del segundo aumento de la tarifa en el año.
El secretario Lopetegui recordó que «hay dos componentes para la tarifa: la cotización del dólar y el precio del gas; hay una diferencia en el dólar, pero algo se va a compensar con el precio del gas». El funcionario explicó que «el precio del gas en teoría debería bajar, ya que está a 4,55 dólares por millón de BTU (unidad térmica británica), mientras el precio del dólar estaba fijado a 41 pesos, y ahí sí hay diferencia».
Lopetegui no arriesgó consideraciones con respecto a la reacción de las compañías petroleras, hoy enfrentadas con el gobierno por el congelamiento por tres meses del precio de los combustibles y del barril de crudo.
Desde la Nación se había reconocido que la aplicación de la tarifa plana tendría un costo de 2.500 millones de pesos a abonarse a las distribuidoras por parte del Estado –es decir, de todos los ciudadanos–, mientras el escalonamiento demandaría el pago de otros 2.000 millones de pesos.
Pateando la pelota para adelante y subsidios a las empresas
El aumento de 29 por ciento que comenzó a regir en abril se pagó escalonado en tres cuotas acumulativas: 10 por ciento en abril, 9,1 en mayo y 7,5 en junio.
Los incrementos en los meses de mayor consumo (julio, agosto y septiembre) también se postergaron hasta diciembre y el verano de 2020, con un descuento de 22 por ciento (Resolución 336/2019).
El “diferencial estacional” de julio a septiembre se abonará en 4 cuotas consecutivas, de diciembre a marzo de 2020.
El costo de postergar estos pagos será absorbido por el Estado Nacional, que desembolsará una compensación a las gasíferas de al menos 4.500 millones de pesos extras a lo presupuestado.
En junio pasado Ámbito informó que para el 2019 la Casa Rosada tenía previsto desembolsar unos $ 200.000 millones en conceptos de subsidios totales a la Energía.
Según explicaron en la Secretaría de Energía a este medio, el primer diferimiento implicará un gasto público extra de 4.500 millones de pesos , una “compensación” a las empresas productoras y distribuidoras de gas.
Las energéticas no pierden
Fuentes del sector estimaron, de acuerdo a lo que publica el diario Ámbito Financiero, que la compensación por el segundo diferimiento podría duplicar el monto de los subsidios por encima de 9.000 millones de pesos, al menos, para las empresas gasíferas. Es que por ley de la gestión Cambiemos, no pueden dejar de percibir los aumentos tarifarios. Una inminente resolución firmada por Lopetegui aclarará el escenario.
El Estado ya viene a compensado a los privados por la deuda de 1.600 millones de dólares del Plan Gas de 2013. La Resolución 54/2019 fijó un plan de resarcimiento por devaluación a pagar en 30 cuotas fijas.