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Economía: más viento de cola por venir

El mayor flujo de dólares a la Argentina se hará difícil de absorber sin tener que emitir pesos, lo cual se traducirá en inflación.

El miércoles pasado la Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos) decidió que los estímulos que había puesto en marcha en los últimos años no eran suficientes para incentivar la alicaída economía norteamericana y anunció que inyectará 600.000 millones de dólares en los próximos meses, hasta junio de 2011. Esto buscará que los norteamericanos se endeuden más barato, consuman y ayuden a revivir a la economía tras su peor recesión en décadas. Y, con más dólares en circulación en el mundo, el dólar comienza a perder valor en relación a todos los activos, como son las acciones, bonos y también la soja.

Esta receta de Estados Unidos, sumada a las ya bajas tasas en aquél país (se ubican entre 0 y 0,25 por ciento), se traduce en que los inversores busquen mayores rendimientos a los ofrecidos por los papeles estadounidenses para sus ahorros.

“La combinación de sólidos fundamentos domésticos en la Argentina, tasas nulas en el mundo, crecimiento de países vecinos, soja en valores altísimos y expectativas de moderación en el plano político han impulsado a bonos y acciones a precios inimaginables apenas meses atrás”, sostuvo un informe de la consultora Delphos Investment.

Es un tema de oferta y demanda: cuanto más cantidad de dólares entra al mercado de bonos del Tesoro de Estados Unidos, menores son los rendimientos. Eso lleva a inversores a buscar mercados más redituables como Latinoamérica, donde el exceso de dólares fortalece las monedas y sube costos de producción que, de no mediar una política antiinflacionaria acertada, se traducirá en inflación.

Por caso, la soja continúa en alza en el mercado internacional y parece no tener techo. En lo que va del año la oleaginosa registró un incremento de 22 por ciento en Chigaco y cerró en 464,73 dólares la tonelada, el mayor precio en lo que va del año. Este incremento significa mayores dólares para los productores y exportadores pero también mayores ingresos para el Estado, a través de las retenciones.

Además, la decisión de la Reserva Federal fortaleció las monedas de la región a un nivel que ya había empezado a quitarles el sueño a las autoridades de la región, incluso antes de la decisión.

“Las monedas latinoamericanas van a seguir teniendo presiones revaluatorias y eso va a agravar las medidas de protección que están implementando los países”, dijo Alfredo Coutiño, economista jefe para Latinoamérica de Moodys.com.

Sin embargo, este fortalecimiento (principalmente del real brasileño) hace que las exportaciones argentinas en ese país sean más baratas y, que las importaciones desde Brasil, más caras.

Así, ayudará también a la balanza comercial con el gigante de la región, que hasta ahora muestra un déficit.

Sin embargo, la contrapartida de este mayor flujo de dólares que vienen hacia la Argentina es que al Banco Central se le hará cada vez más difícil absorberlos, sin tener que recurrir a emitir pesos que continuarán presionando sobre los precios.

De hecho, en las dos últimas semanas, a la entidad monetaria le fue más complicado colocar las Lebac y Nobac que todos los martes emite. Es mediante esta política de esterilización que consigue amortiguar el efecto en la inflación.

Pero con un mayor flujo de dólares que se dirigen al país y una menor capacidad de los bancos de absorber estas notas, será más difícil que la suba de precios descienda desde el 25 por ciento actual para el año.

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