Más de un centenar de economistas de todo el mundo respaldaron la reestructuración de deuda que presentó el gobierno argentino y solicitaron a los acreedores que acepten la oferta. A través de un documento sostuvieron que la propuesta «refleja adecuadamente la capacidad de pago del país» y un acuerdo sentaría un buen precedente ante el sistema financiero en el contexto de crisis por la pandemia de coronavirus.
El escrito publicado este miércoles lleva la firma de 135 prestigiosos académicos y se titula: Es esencial la reestructuración de la deuda privada argentina. A través del escrito manifestaron: «Argentina ha presentado a sus acreedores privados una oferta responsable que refleja adecuadamente la capacidad de pago del país: un período de gracia de tres años con un corte menor en el capital y un corte significativo en los intereses».
Entre los firmantes se encuentran Joseph E. Stiglitz, Edmund S. Phelps, Carmen M. Reinhart, Jeffrey D. Sachs, Dani Rodrik, Kenneth Rogoff, Ricardo Hausmann, Carlos Ominami, Thomas Piketty, entre otros. Pueden ubicarse en la heterodoxia económica pero se trata de economistas con formación académica e ideológica diversa. Todos coincidieron en reclamar a los acreedores la aceptación de la propuesta argentina, a la cual califican de «constructiva, de buena fe y con el apoyo de todos los sectores políticos nacionales».
A la propuesta inicial, los académicos agregaron los efectos colaterales provocados por el Covid-19. En ese sentido señalaron que la pandemia «ha empujado a la humanidad hacia la peor recesión mundial en los tiempos modernos» y «la presión sobre las finanzas públicas se ha vuelto enorme, particularmente en los países en desarrollo que ya estaban muy endeudados».
Por otra parte destacan que desde 2016, los acreedores externos hicieron una apuesta al adquirir deuda con cupones altos, pero compatibles solo con tasas de crecimiento extremadamente sólidas que no se materializaron. También mencionan que en febrero, antes de que la crisis de Covid-19 se agudizara, el FMI concluyó que la deuda pública de Argentina es «insostenible».
A partir de estos argumentos sostienen que existe consenso en que la deuda es inasequible, y los pagos de intereses se han duplicado como parte de los ingresos del gobierno. «Argentina ha ratificado su disposición a pagar la deuda reestructurada, precisamente porque será factible con la nueva tasa de interés propuesta», manifestaron.
Para finalizar, el grupo de economista sentenció: «Creemos que un acuerdo sostenible beneficia a ambas partes: una economía en dificultades con 45 millones de personas y los propios acreedores. Ahora es el momento para que los acreedores privados actúen de buena fe».