Nature es una de las más prestigiosas revistas científicas a nivel mundial. Fundada por el astrónomo británico Joseph Norman Lockyer, su primer número fue publicado el 4 de noviembre de 1869. Allí publican, y leen sus artículos, científicos e investigadores de todo el mundo. En su gran mayoría, se trata de exposiciones de trabajos de investigación con alto rigor técnico, pero también se incluyen editoriales y noticias científicas de carácter general, y opiniones sobre la política científica en diferentes países. Un ejemplo de lo último es la editorial dedicada a la Argentina en la particular coyuntura de decidir cuál será el rumbo del país en los próximos cuatro años. «Recortar el apoyo a la salud y la ciencia no debería ser una opción en las elecciones de Argentina» se titula el texto enfocado en los ítems de recortes a las áreas de salud, educación y ciencia y tecnología anunciados por el candidato Javier Milei en caso de ser elegido presidente, ahora, en sociedad con parte del PRO y sus socios empresarios.
Tras un breve repaso del escenario electoral, y de la paridad en los pronósticos para la segunda vuelta del 19 de noviembre, Nature señala: «El plan de Milei supondría el cierre de la principal agencia pública de financiación de la ciencia de Argentina , el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), que proporciona financiación a 12.000 investigadores en 300 instituciones a un costo anual de 400 millones de dólares. Además, dice que eliminaría tres ministerios: Medio Ambiente, Salud y el Ministerio de la Mujer, Géneros y Diversidad. Milei quiere que empresas privadas administren la educación primaria, secundaria y universitaria, y que los padres y estudiantes reciban vales para gastar en las instituciones educativas de su elección. También tiene la intención de eliminar lo que considera barreras al comercio, que podrían incluir regulaciones sanitarias y ambientales».
La revista cita un artículo publicado en su portal de Víctor Ramos, presidente de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Argentina, en el que afirma que “nunca había escuchado a un político proponer ideas tan extremas” en los casi 60 años desde que se graduó en la Universidad de Buenos Aires, en 1965.
La publicación no hace una elección explícita por el oficialismo, representado por el ministro y candidato Sergio Massa. Incluso opina sobre el sistema político argentino en términos críticos que no le impiden señalar el peligro de la opción autodenominada libertaria. «No hay duda de que los líderes argentinos han decepcionado a su pueblo. Alrededor del 40% de la población vive en la pobreza, causada en parte por una inflación superior al 100%. El país es el mayor deudor del Fondo Monetario Internacional (FMI) y debe alrededor de 46.000 millones de dólares. En junio, el FMI le lanzó a Argentina un salvavidas, que le permitió seguir endeudándose para mantenerse al día con los pagos de sus préstamos al fondo y a otros acreedores», describe un contexto. Pero agrega que «vale la pena detenerse a analizar la propuesta de Milei y si impulsará la tambaleante economía argentina».
En ese sentido, la revista admite que «la economía mundial en su conjunto está atravesando un período de bajo crecimiento». Sin embargo, sigue, «la solución no es recortar la investigación y el desarrollo (I+D), y mucho menos abolir toda una agencia de financiación de la ciencia. Es necesario que suceda lo contrario, sobre la base de mucha evidencia de que la inversión en I+D –incluida la ciencia básica– impulsa el crecimiento económico».
La recomendación es, precisamente, la contraria a la «solución Milei». Nature recuerda que «Argentina actualmente gasta sólo el 0,5% de su PIB en I+D, lo que es bajo incluso para los estándares de algunos países de ingresos medios, en particular Brasil (que gasta alrededor del 1,2%)». Añade al respecto, que «el promedio de las naciones de altos ingresos rondaba el 2,7% en 2020». Y concluye que «eso es a lo que debería aspirar Argentina».
Contra el achique de la inversión pública como muletilla libertaria y también macrista, Nature finaliza: «El cambio no se producirá de la noche a la mañana y necesita una gestión económica estable. En lugar de abolir su agencia de financiación y sus ministerios clave, los líderes del país deben trabajar estrechamente con los científicos y aprovechar sus conocimientos y habilidades. Los investigadores están dispuestos a desempeñar su papel. Sólo necesitan una oportunidad para contribuir».