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CANDIDATAS Y CANDIDATOS

Eduardo Delmonte: “Hay un pacto no escrito de no tocar determinados intereses”

El histórico dirigente de la Corriente Clasista y Combativa de Rosario acompaña a Carlos Del Frade y es el precandidato a senador provincial por el Frente Amplio por la Soberanía


Eduardo Delmonte fue testigo civil de los años que forjaron la matriz económica y social de la Argentina de nuestros días. Obrero metalúrgico de profesión, militante social por vocación, dio sus primeros pasos en la política a los 16 años. Cincuenta años después, sólo intentó experiencias electorales dos veces: la primera como tercer candidato en la lista de Nire Roldán a concejal en 2021, y ahora como precandidato a senador provincial por el departamento Rosario en la lista del Frente Amplio por la Soberanía.

Conmovido por la muerte de Allende en Chile y por los embates antidemocráticos de la dictadura de Lanusse, la llegada de Héctor Cámpora y el contexto de tensión política en el país fueron el marco histórico en el que Delmonte, hijo de una madre maestra y de un padre que fue empleado de comercio primero y cuentapropista después, comenzaría sus primeros pasos en lo que sería una extensa carrera como trabajador metalúrgico en una fábrica en Villa Gobernador Gálvez.

Delmonte cursó su educación secundaria en el turno noche de la Escuela Nº 435 “Dr. Luis María Drago”, donde se encontró con un compañero que militaba en el peronismo de base, vínculo que despertó su interés por la militancia como herramienta de participación, de “hacer” política. “Un día estaba caminando por la calle y vi una edición de la prensa del Partido Comunista Revolucionario. Cuando empecé a elegir mis propias lecturas, arranqué a buscar sobre la explotación que estaba viviendo como trabajador en la fábrica. Y ahí comencé mi participación en el PCR desde mi rol de trabajador; busco construir una sociedad diferente”, contó Delmonte a El Ciudadano.

Si bien nunca fue peronista, su camino siempre estuvo dentro del campo popular, defendiendo los intereses de las poblaciones más vulnerables con las cuales siempre sintió una sensibilidad movilizadora. “El 17 de octubre de 1975 estuve en Plaza de Mayo. A pesar de las diferencias, entendíamos que el enemigo era otro, no el gobierno de Isabel, sino que el Golpe que se venía”, relató el dirigente.

Camino a las urnas

Delmonte es candidato del Frente Amplio por la Soberanía junto a Carlos Del Frade y otros representantes oriundos de partidos de izquierda y de centroizquierda, incluidos sectores del socialismo que, disconformes con las directivas de las autoridades partidarias, eligieron conformar una opción que tiene como punto de enfoque la defensa de la soberanía nacional.

“Discutimos la necesidad de meternos más de lleno en el debate electoral, más que todo para preservarnos, porque lo que se viene son políticas de ajuste. Lo más importante es que no nos dividan las elecciones, ir a un frente que tuviera nuestras mismas afinidades y poder pelear lo que va a venir”, aseveró el precandidato. 

“La CCC es una corriente que ya tiene historia en Santa Fe y decidimos tomar un lugar en el Frente Amplio por la Soberanía, y salir a discutir la provincia, el país y la ciudad que queremos”, dijo Delmonte y advirtió: “Con Carlos Del Frade luchamos contra las mismas cosas. Se arrimó un sector del socialismo que no quiso ser el furgón de cola de la derecha reaccionaria, del PRO, que quiere venir a quitar derechos. La pelea que estamos brindando es por trabajo”.

“Algunos candidatos se presentan como la nueva política. Nosotros nos metemos en el barro de la vieja política para poder abrirle paso a la nueva política que va a venir de la mano de las luchas, las asambleas populares que alguna vez hubo, aquellas formas de democracia más directa que permitan realmente que el pueblo alguna vez tenga el poder real. La idea de tener un concejal como Leonardo Caruana, un diputado provincial como Del Frade o el poder pelear dar la pelea por ser senador departamental es poder tener una herramienta más que tendría que ponerse al servicio de la población”, señaló.

La seguridad defendida desde el territorio: paz, trabajo y techo 

Delmonte definió al espacio que lo lleva como candidato como una corriente, dentro del movimiento obrero, muy heterogénea que ha peleado contra el gobierno de Mauricio Macri, lo que generó una unidad entre los sectores que la componen. “Mantuvimos la unidad en estas condiciones, que son más difíciles, más confusas y alrededor del tema de la seguridad pudimos ver una respuesta común y quitarle esa bandera a la derecha. Hay una mirada popular sobre el problema de la seguridad que propone atacar a los sectores de poder que, con el lavado de dinero, con toda la triangulación de la exportación de la cosecha, va alimentando esto que vivimos y termina apareciendo como última expresión en los barrios con la violencia. Los que manejan los hilos de esa violencia ni siquiera conocen los barrios”, aseguró el líder de la CCC.

“Lo que hay que hacer es dar la oportunidad de que un pibe tenga un primer trabajo, que sean trabajos de ley, formales, que conozcan las leyes laborales. Hay compañeros y compañeras que nunca han trabajado en relación de dependencia en toda su vida”, agregó el histórico militante y señaló que hay que promover formas de organización de los vecinos y mecanismos de control de las fuerzas de seguridad.

El precandidato tomó como ejemplo las experiencias de organizaciones de víctimas de la inseguridad, el reclamo de justicia y de construcción de memoria activa de la familia de Carlos “Bocacha” Orellano, que plantea revisar la Policía provincial: “La Policía es parte del problema, hay que hacer una reestructuración a fondo de la institución, porque terminamos viendo a la Policía yendo a cobrar a los búnkers en lugar de cerrarlos”. Delmonte elevó la apuesta y señaló que ve con buenos ojos la elección de los jueces por voto popular, limitando su mandato: “Es una propuesta interesante, habría que trabajarla”.

La estigmatización de los pobres

La Corriente Clasista y Combativa es un espacio desde donde Delmonte ha desarrollado su historia de militancia más madura; es su referente desde hace más de veinte años: “El gobierno nacional hace campaña a través de la eliminación de los planes sociales. Lo que hace eclosión ahora con la inseguridad son décadas y décadas de exclusión social. Esto se viene cocinando a fuego lento desde hace tiempo y al día de hoy se sigue mirando para otro lado. En esa situación difícil es donde salimos a dar el debate”. 

Delmonte entiende que las campañas electorales están diseñadas para que sólo aquellos que están financiados por empresas o por fondos privados llegan a tener su palabra pública: “Es un circuito perverso. Hay una marginalidad desde donde se nutre no sólo la diferencia sino la exclusión, y a la marginalidad se la combate con trabajo, con educación, con vivienda, con ciudad”, preludió Delmonte su propuesta para una empresa pública de construcción de viviendas populares. “Esa empresa tiene que gestionar materiales, brindar tierra, proveer salarios de ley, capacitaciones en oficio, administración y una mano para las personas que sufren adicciones. Se estigmatiza a los desocupados”, cerró.

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