El Partido Justicialista (PJ) de Santa Fe volvió a cerrar, como cuatro años atrás, un acuerdo de unidad que le permitió conformar una conducción partidaria que incluya a todas sus líneas internas, siendo además el primero en la provincia conformado con un criterio de paridad. En ese esquema, el concejal rosarino Eduardo Toniolli será el próximo secretario general, uno de los cinco cargos ejecutivos y el encargado de articular con las diferentes departamentales. El dirigente del Movimiento Evita celebró la unidad, aunque remarcó que ya se trata de un proceso que lleva un tiempo y destacó la vitalidad que recuperó el partido, a diferencia de otros que “son un acta que rubrican 10 o 20 dirigentes”.
Entre sus objetivos dentro de la estructura partidaria, Toniolli le apunta a la creación de “una especie de escuela de gobierno”. Buscará centralizar y darle institucionalidad a los espacios de capacitación que se vienen haciendo para “la formación de cuadros políticos, sociales, gremiales y de gestión desde el partido”.
“Unidad en la diversidad”
“El proceso de unidad dentro del peronismo santafesino lleva varios años, de unidad en la diversidad, lo que no quiere decir que haya homogeneidad ni que se hayan depuesto los matices y los perfiles de los distintos espacios, sino que hay una toma de conciencia en la necesidad de aglutinarse en torno a una herramienta única que permita dirimir esas divergencias en el marco del debate productivo”, definió.
Toniolli repasó los hitos de ese proceso: “A fines de 2015 cuando se dio el balotaje (entre Macri y Scioli), en la departamental Rosario nos tocó ser un espacio catalizador de distintas corrientes internas e incluso sectores del peronismo que no habían acompañado el proceso de 2003-2015 o que en algún punto se habían alejado, pero que entendimos que había una necesidad de recorrer un camino de unidad previendo lo que se venía con Macri en la presidencia. Ya en 2017, a diferencia de lo que pasaba en el peronismo en otros distritos, acá hubo un uso virtuoso de las Paso para dirimir las divergencias y después marchar todos juntos”.
La unidad de este 2020, con Ricardo Olivera en la Presidencia del partido, emuló aquella de 2016. Pero hay diferencias: hace cuatro años el peronismo estaba en el llano en Santa Fe y Nación, este año los encuentra siendo oficialismo en la provincia y en el país.
“Son dos momentos diferentes, pero tiene alguna similitud”, analizó Toniolli. “Está claro que desde el gobierno las responsabilidades son otras. Ahora, los desafíos también son similares porque tratamos de enfrentar los poderes fácticos que son los mismos que gobernaban durante la gestión de Macri, el país atendido por sus propios dueños, y que hoy intentan hacerlo desde afuera, pero ejerciendo todo tipo de presiones”, remarcó.
“Hoy tenemos sectores que ejercen una enorme presión para que el gobierno devalúe, fundamentalmente para alcanzar las tasas de ganancia que pretenden: el famoso mercado que en realidad son los sectores del poder económico. No ceder a esa presión no depende sólo de la voluntad política sino de la fuerza que se tenga para enfrentar esos aprietes”, dijo Toniolli y agregó: “Tenemos un gobierno que tiene la voluntad política de enfrentar esta situación y que además tiene una base de sustentación en los trabajadores organizados, en los movimientos sociales, en sectores del empresariado nacional. Lo que intentamos hacer desde el PJ es poder expresar esa riqueza de apoyo hacia al gobierno”.
“El partido también tiene sus propios planteos, sus programas, sus proyecciones a futuro, pero para que todo eso se pueda efectivizar, para garantizar el ingreso de los trabajadores, mejorar las condiciones de vida, lo primero que hay que hacer es estabilizar este proceso político y apuntalar a los gobiernos nacional y provincial contra estos embates”, sostuvo.
El rol del partido
Para explicar el rol de los partidos políticos en la actualidad, Toniolli se remontó a la década del 90, la de las “grandes traiciones a las banderas del movimiento nacional”, que hizo que muchos militantes “se fueran a su casa y cerraran las unidades básicas”. Lo contrapuso con las administraciones kirchneristas (“Néstor fue el que mejor entendió lo que había pasado en diciembre de 2001”), aunque “en esa recuperación de la política no necesariamente se recobró la idea de los partidos políticos como herramienta de transformación”.
Si a eso le sumamos las particularidades locales santafesinas, ley de Lemas o Paso, “el partido dejó de ser una herramienta para la selección de candidatos. Hoy pueden serlo sin pisar una unidad básica ni firmar ningún compromiso”.
Por todo esto, Toniolli consideró que hay que “reformular el sentido del partido”. “Debe ser el lugar donde las distintas corrientes se puedan encontrar para buscar síntesis, sobre todo programáticas, y eventualmente dirimir incluso las diferencias. Eso incluye el rumbo de la gestión. Es preferible ponerse rojo una vez y no estar amarillo toda la vida y discutir lo que hay que discutir. Y el ámbito por antonomasia es un espacio como ese: el partidario, ya sea el congreso, los espacios ejecutivos, en la básica, en donde sea”, abundó.
“El partido recuperó vitalidad”
Durante los 8 años que estuvo al frente de la departamental Rosario del PJ, Toniolli consideró que recogió “los frutos de un proceso que se abrió el 25 de mayo de 2003. Es indudable que esa vida y esa vitalidad que recuperó la estructura partidaria del peronismo y en particular que el partido se llenara de jóvenes, de distintas expresiones de los movimientos sociales, del movimiento obrero organizado, tenía que ver con que había una causa y una épica: las viejas banderas de Perón y Evita encontraban nuevamente cauce”.
Toniolli destacó que previo a la renovación de autoridades de 2016, en enero de ese año, se llevó a cabo una campaña en la cual se afiliaron 10 mil personas en Rosario. “Eso da cuenta de una enorme vitalidad. Hay una gran diferencia entre lo que sucede en el PJ y los, no voy a decir todos, pero la mayoría, partidos políticos de la provincia que en realidad no son más que un acta que rubrican 10 o 20 dirigentes. Acá estamos hablando de un partido político que realiza campaña de afiliación masiva y elecciones internas con muchísima participación”, finalizó.
El gobierno de Perotti
“No hay posibilidad de evaluar ninguna gestión, nacional, provincial o municipal, si uno no la pasa por el tamiz de la pandemia”, arrancó Eduardo Toniolli al ser consultado sobre el rumbo del Ejecutivo santafesino. Por lo que el concejal rosarino pidió “evaluar, en todo caso, la gestión de las crisis”. Allí considera que el gobierno de Omar Perotti “tomó el toro por las astas” y “en una etapa atravesada por las emergencias” el peronismo “con coraje y valentía se hizo cargo, por supuesto no sin dificultades y complicaciones”.
El peronismo volvió a la Casa Gris después de 12 años de gestiones del Frente Progresista y, a poco de andar, le tocó en suerte un complicado escenario producto de la pandemia. Pero el flamante secretario general del PJ de Santa Fe también mencionó un arranque accidentado con la oposición.
“El gobierno empezó con algunos conflictos, que en parte tenía que ver con un sector de la oposición, la que comanda Miguel Lifschitz, que no comprendió en su momento que el voto popular no lo había acompañado y que le tocaba gobernar al peronismo y en particular a Omar Perotti. Después llegó la pandemia y eso ordenó en una serie de objetivos a la gestión que tienen que ver justamente con gestionar la crisis”, expresó Toniolli.
Indicó que más allá del “esfuerzo enorme” que se hacen en el área sanitaria y de desarrollo social, también destacó el andar del gobierno en “áreas que a veces están puestas en la picota porque se esperan resultados inmediatos” como el de seguridad.
“Por primera vez se puso nombre y apellido y norte a una política. El problema es que mientras no se haga una reforma integral de las fuerzas de seguridad y de la seguridad pública de la provincia, es imposible conjurar los niveles de violencia urbana. Creo que hay un gobierno que tomó el toro por las astas en lo que tiene que ver con la emergencia social, sanitaria y en seguridad pública”, remarcó.
“Es una etapa atravesada por las emergencias y un gobierno que con coraje y valentía se hizo cargo, por supuesto no sin dificultades, no sin contradicciones, no sin alguna dificultad para arrancar en la etapa previa a la pandemia pero que con el tiempo se fue asentando”, analizó Toniolli.