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Educación Sexual Integral: una deuda santafesina

La provincia sigue sin tener ley propia. Gremios docentes de Rosario plantean las dificultades de que no haya un texto local que actualice los contenidos de la legislación aprobada a nivel nacional en 2006. "Sin una legislación provincial, la ley actual es letra muerta", indicaron desde Sadop

La última vez que el proyecto de ley provincial de Educación Sexual Integral (ESI) perdió estado parlamentario fue el pasado 30 de noviembre en el Senado. Lo mismo había pasado en 2018. Desde los gremios Amsafé y Sadop entienden que mientras Santa Fe no cuente con una legislación propia de en la materia, las escuelas tendrán una educación desactualizada y las confesionales más vía libre para el dictado de contenidos que distan de lo pautado por la ley nacional.  «Si la provincia no crea su propia legislación, la ley actual es letra muerta”, dijo a La Cazadora Beatriz Priotti, de Sadop.

Adriana Monteverde, integrante de la comisión directiva de Amsafé, consideró que la necesidad de que la Legislatura santafesina apruebe una ley de ESI propia radica en garantizar el cumplimiento de la normativa nacional en todo el territorio. «Daría una inserción o un lugar más claro dentro de lo que es el Ministerio de Educación y tendría un mayor alcance territorial», dijo la gremialista a La Cazadora.

En el mismo sentido, Monteverde señaló que se destinaría un mayor presupuesto para la  implementación y así garantizar este derecho para niños, niñas y adolescentes. «Creemos que la ESI tiene que estar presente en todos los niveles y en la educación superior también», expresó.

Desde que la ley nacional de ESI se aprobó en el Congreso nacional, en el año 2006, se obtuvieron otras conquistas sociales y legislaciones que una ley provincial podría tomar como ejemplo no sólo para asumir un mayor compromiso en el tema sino para actualizar contenidos vinculados con las leyes de Matrimonio Igualitario, Identidad de Género e Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Los sindicatos Amsafé y Sadop, que agremian a docentes públicos y privados, dictan a nivel interno talleres de formación, seminarios y conferencias sobre ESI. Algunas y algunos docentes también han sido convocados por la gestión provincial para trabajar con los equipos especializados, pero ambos gremios destacan que es necesario ampliarlos, sumar gente y destinar mayor presupuesto.

Para Monteverde, las mayores trabas a la hora de la aplicación efectiva de la ESI en las escuelas públicas tienen que ver con miedos y mitos. «Recordemos que no hace mucho tiempo, en 2018, hubo un embate muy fuerte contra la ESI planteando que se hacían distintos tipos de prácticas en las escuelas. Pero tiene que ver con el desconocimiento y una fuerte campaña de algunos sectores. Cuando se dio una gran discusión a nivel nacional sobre los derechos de las mujeres, muchos sectores salieron a decir que la ESI sólo debía dictarse en los hogares, pero en realidad la educación sexual siempre se dictó en las escuelas, sólo que se hacía bajo otro nombre».

Desde 2006, puntualizó la dirigenta, la ESI tiene otro enfoque relacionado con «la promoción de actitudes responsables, habilita espacios de diálogo, acepta la diversidad, ayuda a terminar con los estereotipos y las falsas creencias, tabúes y mitos, hace que reflexionemos sobre nuestras propias creencias y se trabaja con perspectiva de género». Además, resaltó que se transmite conocimiento e información acorde con las etapas evolutivas.

A pesar de la afrenta que hubo contra los contenidos de la ESI a partir de 2018, Monteverde destacó: «Dentro de las escuelas se ha implementado la ESI, es un contenido transversal y obligatorio, es ley nacional desde 2006 y desde 2008 están los lineamientos curriculares. Además hay un trabajo importante de militancia de muchos compañeros y compañeras dentro de las escuelas».

Privados de ESI

En Sadop Rosario, sindicato que reúne a los docentes de escuelas privadas, se presenta una situación que limita las posibilidades de aplicar la ESI como corresponde: las escuelas confesionales. En este sentido, la secretaria de Prensa y Difusión del gremio, Beatriz Priotti, aclaró que hay una multiplicidad de situaciones pero que el mayor problema es que «si la provincia no crea su propia legislación, la ley actual es letra muerta, porque las currículas de educación las marcan las regionales y no hay una ley de Educación hace 70 años».

«La traba está en lo que representa el ideario de algunas escuelas confesionales y es muy empático con los senadores, que se retroalimentan con estos sectores y viceversa. Son entidades patronales católicas», expresó.

En este sentido, Priotti resaltó la necesidad de que en la provincia «la carrera docente sea a través de un escalafonamiento, que sean los docentes que se preparan y capacitan quienes ocupen los lugares y no el dedo del director o representante legal de acuerdo con lo que se ajusta al pensamiento de la patronal».

También desde Sadop opinó Francisco Fraile, dirigente que dentro del gremio se dedica específicamente a estos temas. Dijo que no tienen relevadas la cantidad de escuelas que estén o no dictando los contenidos ESI de manera correcta, pero sí aseguró que «la cantidad que se acerca a la ESI o que tenga presencia de ESI es ínfima».

«Sobre todo porque la gran mayoría de las escuelas privadas son confesionales, entonces la negativa es de las congregaciones a no hacerse cargo de que ESI es ley y que debe darse así como lo marca la ley, con los contenidos que la ley indica y no disfrazado de alguna forma, por ejemplo, como lo hacen las escuelas católicas con «educación para el amor»».

Fraile destacó el trabajo de acompañamiento que realizan desde el sindicato para poder garantizar los contenidos pero aclaró: «Aunque suene un poco loco es la realidad, nos enfrentamos muchas veces con que los docentes no tienen acceso a la ley, es decir, no se interesan plenamente por lo que dice la ley sino que sólo toman lo que las patronales les están indicando, y vemos que hay muy poca rebeldía con respecto a esto».

Además, aseguró que quienes sí han leído el texto «se dan cuenta de que no tiene nada de malo ni erróneo». El gremialista habló de la necesidad de garantizar a los niños, niñas y adolescentes una educación integral, amplia y democrática en derechos y «una puesta en marcha desde el amor, no desde el castigo, lo pecaminoso o todo aquello que está prohibido, como es la presentación que hacen en las escuelas católicas con esto de educar para el amor, pero invisibilizando a muchos ciudadanos que no entran dentro de la norma o dentro del esquema prefijado por la Iglesia (católica)».

Finalmente, Fraile consideró que el gobierno provincial, a través de su Ministerio de Educación, «está ausente». Que los formadores en ESI que tiene son insuficientes y que «no hay decisión política como para tener una ley propia, hacerse responsables y poder enfrentar a la autoridad religiosa, al obispado y a quien sea para decirle esto es ley, esto se aplica y las normas en Santa Fe son estas».

Escuelas confesionales y educación diferenciada

Otro subtema vinculado con la ESI se presenta en las escuelas que nunca se actualizaron en la modalidad mixta de mujeres y varones. En la Argentina no hay muchos colegios de este tipo y en Rosario sólo quedan tres: San José, Mirasoles y Los Arroyos. También se conoce esta modalidad como educación diferenciada. El acceso a sus directivos, para hablar en medios acerca de esta modalidad, es difícil.

Graciela Morgade es doctora en Educación, profesora en la UBA y subsecretaria de Participación y Democratización Educativa en el Ministerio de Educación de la Nación. Especificó que no existe en el país una normativa que obligue a las instituciones educativas a que sean mixtas, existe una suerte de vacío legal en este sentido. En Rosario, desde Sadop hicieron más hincapié en el hecho de que sean confesionales al hecho de que no sean mixtas a la hora de las trabas para dictar los contenidos ESI. Sin embargo, se trata de un rasgo que en 2022 puede llamar la atención.

La funcionaria hizo un repaso histórico: «La separación de los sexos en la educación argentina tuvo una matriz simbólica muy fuerte de represión de cuestiones de la sexualidad. Porque la idea de un solo sexo es que no exista el otro, en principio, por la tentación, entre comillas, que puede producir estar en un ambiente donde puede haber algún interés sexogenital».

Es decir, siguió, que en la Argentina «la división de sexos estuvo apoyada en una mirada moralizante represiva de la educación, no estuvo orientada como en algunas experiencias internacionales como por ejemplo Gran Bretaña por una mirada emancipatoria de las mujeres, a la cual se llegó desde el feminismo después para decir que en la escuela mixta no hay igualdad de todos modos».

Algunas feministas inglesas, entonces, consideraban que la solución a la diferencia de oportunidades entre varones y mujeres podía saldarse, de alguna manera, con escuelas de un solo sexo para que al menos ellas tuvieran la posibilidad de tener una educación con perspectiva de género, derechos humanos y emancipatoria.

¿Por qué decían que la educación no era igualitaria? «Porque lo que se sabía de investigaciones de género es que hay contenidos con rasgos patriarcales y se replica la división sexual donde los chicos tienen el papel de la virilidad y las mujeres de la feminidad», describe la especialista: se trata de un posicionamiento.

A pesar de esto, Morgade planteó que en la Argentina las escuelas de un solo sexo «no tienen nada que ver con proyectos emancipatorios ni de lucha de género ni feminismos, sino que tienen más que ver con una tradición machista, moralizante, donde se ve a justamente la convivencia como una especie de distracción».

«El supuesto es que es imposible una convivencia igualitaria y en eso estoy de acuerdo porque la escuela es el lugar de la construcción de la paz, de la no violencia y de la diferencia», sostuvo.

Contó que en la Argentina este tipo de discursos no tuvo cabida, que los feminismos empezaron a crecer post dictadura, se aprobaron la patria potestad compartida y el divorcio vincular, «los movimientos feministas comienzan a tener más visibilidad y así empiezan a dar muchos debates, incluso sobre la educación y la igualdad de oportunidades». También muchas militantes se fueron incorporando a espacios dentro del Estado y lograron introducir algunas discusiones.

«El feminismo en el país sostuvo que había que mantener las escuelas mixtas y hacerlas más igualitarias, profundizar la coeducación y la convivencia entre los sexos y los géneros desde el respeto y el conocimiento mutuo», concluyó.

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