Pocas horas después de que el viernes por la noche la agencia Standard & Poors (S&P) bajara por primera vez en casi cien años, de “AAA” a “AA+”, la calificación a la deuda estadounidense, comenzaron todo tipo de análisis y debates en el mundo financiero y político internacional. En tanto, desde el gobierno estadounidense, el presidente Barack Hussein Obama, a través de un comunicado de su portavoz, Jay Carney, llamó ayer a la unidad para una salida de la crisis, pero recriminó a los republicanos por no haber aceptado cambios al sistema tributario en el acuerdo cerrado el domingo pasado. Por su parte, Michelle Bachmann, perteneciente al grupo de líderes del Tea Party, culpó al propio Obama. “Este presidente ha destruido nuestra calificación crediticia”, expresó, según publicó el diario El País.
Después de otro golpe en el mentón a la principal economía mundial, la Casa Blanca pidió ayer dejar de lado las diferencias ideológicas para mejorar la situación económica del país, un día después de la degradación, por primera vez en la historia, de la calidad de su crédito.
“Debemos mejorar, para dejar clara la voluntad de nuestra nación, la capacidad y el compromiso para trabajar juntos y enfrentar los grandes desafíos fiscales y económicos”, dijo el portavoz Jay Carney en un comunicado.
Aplazo por no hacer los deberes
La agencia S&P bajó de “AAA” a “AA+”, argumentando la creciente deuda, el pesado déficit presupuestario y carencias en la planificación de políticas. Además, añadió “perspectiva negativa” a la nueva calificación y advirtió que apunta a la posibilidad de bajar aún más la calificación –a “AA”– en dos años si el gobierno no reduce el gasto, o si suben las tasas de interés o surgen nuevas presiones fiscales empeorando el panorama financiero del país.
La agencia de evaluación financiera afirmó ayer que el principal problema que condujo a degradar la nota de la deuda de Estados Unidos es político, por la incapacidad de los congresistas de encontrar acuerdos sobre las cuestiones presupuestarias, según un cable de la AFP.
“Los riesgos políticos pesan más que la parte presupuestaria de la ecuación”, declaró el director de evaluaciones de los Estados de S&P, David Beers.
Gobierno: hay “error” de análisis
Fuentes del gobierno involucradas en las negociaciones con la agencia habían criticado su análisis, al que acusaron de tener fallas “profundas y fundamentales” e intentaron infructuosamente evitar la rebaja, publicó la AFP.
Según el Tesoro estadounidense, el error en el análisis es de 2 billones de dólares. “Un análisis con un error de 2 billones de dólares habla por sí mismo”, dijo un portavoz del Tesoro, apenas después de que Estados Unidos perdiera la máxima calificación.
Según el portavoz de Obama, “el presidente cree que es importante que nuestros líderes electos coordinen para fortalecer nuestra economía y pongan nuestra nación sobre bases fiscales más sólidas”, agregó Carney.
“El compromiso bipartidista para la reducción del déficit fue un importante paso en la dirección correcta, pero el camino para llegar a él llevó demasiado tiempo y en algunos momentos fue muy conflictivo”, agregó.
Obama y los republicanos acordaron incrementar el límite de la deuda a cambio de recortes presupuestarios de 2,1 billones de dólares, pero los críticos argumentan que la medida es insuficiente para enfrentar el enorme déficit fiscal que condiciona la reactivación económica del país.
Profundas diferencias bipartidistas
“Las acciones tomadas por S&P reafirman la necesidad de asumir un enfoque equilibrado en el asunto de la reducción de la deuda pública”, explicó en un comunicado el líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Harry Reid.
“Debemos combinar recortes en el gasto con un incremento de la capacidad recaudatoria y con medidas para acabar con los regalos que les estamos haciendo a los multimillonarios, a las empresas petrolíferas y a los dueños de jets privados corporativos, todos financiados por el contribuyente”.
Del otro lado, Michelle Bachmann, perteneciente al grupo de líderes de facto del Tea Party y candidata a las primarias presidenciales republicanas, pidió la destitución del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner y culpó de la rebaja de S&P al propio Obama.
“Nuestra calificación aguantó la gran depresión, la Segunda Guerra Mundial, la de Corea, Vietnam y los ataques terroristas del 11-S. Este presidente ha destruido nuestra calificación crediticia”, dijo en un correo electrónico.