La muerte de Daunte Wright, el joven afroestadounidense que perdió la vida este domingo por disparos de la policía en un suburbio de Minneapolis, Estados Unidos fue causada por un error, según afirman las autoridades.
Wright, de 20 años de edad, fue asesinado después de haber sido interceptado por una infracción de tráfico en la zona de Brooklyn Center, en el norte de la ciudad, la mayor del estado de Minnesota.
Su fallecimiento desató una ola de protestas en Minneapolis, donde justamente ahora se realiza el juicio contra el ex agente Derek Chauvin por la muerte de George Floyd el 25 de mayo del pasado año, un caso que desató una de las mayores olas de protestas raciales en la historia reciente de EE.UU.
En una rueda de prensa este lunes en la mañana, el jefe de Policía de Brooklyn Center, Tim Gannon, dijo creer que la agente que disparó contra Wright tenía intención de usar su taser -una pistola que realiza descargas eléctricas no letales- para detener a Wright pero, en lugar de ello, accionó su arma de fuego.
La oficial de policía blanca renunció este martes, al igual que el jefe de la policía local, después de dos noches de protestas y disturbios en esa ciudad de Estados Unidos, donde actualmente se celebra un juicio contra otro agente por la muerte el año pasado del afroestadounidense George Floyd.
El alcalde de Brooklyn Center, Mike Elliott, dijo que estaba «agradecido» de que Potter, de 26 años, presentara su renuncia, en una conferencia en la que también se anunció que Tony Gruenig reemplazará de manera interna a Gannon.
Gannon afirmó que creía que Potter tomó por error su arma cuando ella iba por su Taser. Se la puede escuchar en el video de su cámara corporal gritando “¡Taser! Taser!».
Sin embargo, los manifestantes y los miembros de la familia de Wright dijeron que no hay excusa para el tiroteo y sostuvieron que el sistema de justicia se inclina en contra de los negros, señalando que Wright fue detenido por el registro de automóvil vencido y terminó muerto.
Al caer la noche, cientos de manifestantes se congregaron con pancartas y gritando consignas bajo la lluvia frente a la estación de policía de Brooklyn Center, pese a un toque de queda nocturno anunciado horas antes por las autoridades.
Los manifestantes desafiaron a la policía a través de la valla erigida alrededor de la comisaría y levantaban pancartas donde se podía leer «Encarcelen a todos los policías asesinos racistas», «¿Soy yo el próximo» y «Sin justicia no hay paz».
El caso de Wright revivió el trauma de una región que sufrió varias noches de incidentes tras la muerte de Floyd el 25 de mayo pasado cuando un policía blanco, Derek Chauvin, le apoyó su rodilla en el cuello varios minutos hasta matarlo de asfixia.
Inicia el juicio por la muerte de George Floyd, un caso de brutalidad policial que movilizó a EE.UU.