Barcos de guerra y submarinos de Estados Unidos y Gran Bretaña han lanzado más de 110 misiles de crucero Tomahawk contra los sistemas antimisiles libios y han alcanzado más de 20 objetivos, según informó el Pentágono.
El vicealmirante estadounidense Bill Gortney informó en una rueda de prensa que las operaciones de Estados Unidos se han concentrado en esta primera fase en la parte occidental de Libia.
Gortney declinó hablar sobre operaciones futuras, aunque insistió en que no hay desplegadas tropas estadounidenses sobre el terreno en Libia y que ningún avión estadounidense sobrevuela el país magrebí en estos momentos.
«Más de 110 misiles de crucero Tomahawk lanzados desde barcos y submarinos estadounidenses alcanzaron más de 20 sistemas de defensa aérea integrados y otras instalaciones de defensa», afirmó Gortney durante su comparecencia ante los medios.
Destacó que el objetivo de la operación es asegurar el alto el fuego en cumplimiento con la resolución 1973 aprobada el jueves por el Consejo de Seguridad de la ONU, que autorizó el uso de la fuerza para proteger a la población civil libia de los ataques de las fuerzas del régimen de Muamar el Gaddafi.
«El alto el fuego abarca el este y el oeste del país», destacó Gortney, quien insistió en que la operación que acaba de arrancar tendrá «varias fases» y podría prolongarse durante «horas o días».
El alto responsable militar evitó valorar el éxito de la operación y dijo que será necesario «algún tiempo» antes de tener una idea precisa del alcance de los ataques.
Más temprano, un avión de combate francés «efectuó su primer ataque aéreo en Libia contra un «vehículo pro-Gaddafi», anunció el portavoz del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el coronel Thierry Bruckhard.
Era «un vehículo enemigo que amenazaba a la población civil», afirmó.
• Cumbre en París
Los ataques se producen después de que más de veinte dirigentes occidentales y árabes participaran en París en la cumbre convocada para definir el dispositivo militar en acuerdo con la resolución 1973 de la ONU que autorizó el uso de la fuerza para frenar la ofensiva del dirigente libio contra su oposición y proteger a los civiles.
«En acuerdo con nuestros socios, nuestras fuerzas aéreas se opondrán a cualquier agresión de los aviones del coronel Gaddafi contra la población de Bengasi», bastión de la insurrección libia en el este del país, afirmó el presidente francés Nicolas Sarkozy al término del encuentro.
La Cumbre reunió, entre otros, al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, al primer ministro británico David Cameron, a su par alemana, Angela Merkel y también al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
La resolución onusiana adoptada el jueves prevé también la aplicación de una zona de exclusión aérea y el control del embargo de armas.
«El coronel Gaddafi ha despreciado» la advertencia de la comunidad internacional, sostuvo Sarkozy para quien la intervención «protegerá a la población civil de la locura asesina de un régimen que asesinando a su pueblo ha perdido toda legitimidad».
Unos «veinte aparatos» franceses participan en la operación lanzada el sábado en Libia hacia donde el domingo zarpará el portaaviones francés «Charles de Gaulle», según Burckhard.
Además de Francia y Gran Bretaña, defensores del uso de la fuerza, también participarán en el dispositivo España, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Noruega y Grecia.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció en París que España participará con un avión cisterna y cuatro aviones de combate F-18 para realizar patrullas aéreas en el marco de la zona de exclusión aérea. Canadá anunció el envío de siete aviones de combate.
Estados Unidos aportará sus «capacidades únicas», es decir los medios militares que los aliados no tienen, declaró en París la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton.
Qatar, amenazado por Gaddafi, también confirmó que participará en el operativo militar suministrando aviones.
De momento no está muy claro el papel de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Francia, que «garantiza el liderazgo de la operación militar en el espacio aéreo libio», como afirmó el primer ministro belga, Yves Leterme, rechaza que la Alianza Atlántica intervenga en ataques aéreos.