Los gobiernos de Estados Unidos y Rusia anunciaron hoy un nuevo alto el fuego en el conflicto sirio a partir del sábado 27 de febrero y aclararon que esta tregua excluirá los ataques a las milicias que ambos países consideran «terroristas»: el Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra, la rama local de Al Qaeda.
Uno de los primeros en celebrar la decisión fue el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien calificó el anuncio de una nueva tregua como una «señal de esperanza» para la población del país, según una nota difundida por su oficina.
El encargado de anunciar la nueva tregua fue el Departamento de Estado estadounidense. En un comunicado explicó que «el cese de hostilidades se aplicará a todas las partes implicadas en el conflicto sirio que hayan indicado su compromiso a una aceptación de sus términos».
Para garantizar el cumplimiento de la tregua, «tanto Rusia como Estados Unidos están dispuestos para intercambiar información pertinente», agregó el comunicado.
El texto oficial incluyó además la primera reacción del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien ayer terminó de negociar el acuerdo con su par ruso, Serguei Lavrov, por teléfono.
«Este es un momento de promesas, pero el cumplimiento de estas promesas depende de acciones», concluyó el funcionario estadounidense.
Poco después del anuncio de hoy, la oposición siria apoyada por Washington informó que apoya «provisionalmente» una nueva tregua.
La Comisión Suprema para las Negociaciones, la delegación opositora que fue creada en la monarquía islamista Arabia Saudita para participar de las negociaciones de paz auspiciadas por la ONU en Suiza, aceptó «provisionalmente» el acuerdo alcanzado por Washington y Moscú, según informó el dirigente de esa coalición, Hisham Marwa.
«Es algo que todavía hay que estudiar (…) Todavía tenemos que dar su aprobación final a todo el acuerdo», agregó el opositor.
Horas antes, Riad Hijab, otro líder de esa coalición, había adelantado adelantó que el acuerdo debe incluir un compromiso de Rusia, Irán y el Ejército sirio para detener sus ataques.
Por su parte, Omar Osso, un miembro de la delegación negociadora del gobierno sirio de Bashar al Assad, en Ginebra, ofreció a la prensa un mensaje ambiguo, según la cadena de noticias CNN.
Por un lado, pronosticó que una tregua podría ser «relativamente exitosa» en algunas áreas de Siria, pero por otra parte, reivindicó el «derecho del gobierno a continuar combatiendo el terrorismo».
Mientras Estados Unidos y sus aliados internacionales sólo consideran como terroristas al EI y al Frente al Nusra; Rusia incluye también a otras milicias islamistas, e Irán y Siria a gran parte del frente insurgente que desde hace casi cinco años lucha para derrocar a Al Assad, en una guerra con más de 260.000 muertos y más de la mitad de la población desplazada o refugiada.
El anuncio de una nueva tregua, a sólo unas semanas de un cese el fuego fallido promocionado por Washington y Moscú, se conoció un día después de una de las jornadas más violentas en Siria de los últimos tiempos.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización pro opositora con sede en Londres, informó hoy que un total de 184 personas fallecieron ayer en atentados y ataques en un barrio de mayoría chiita en las afueras de Damasco y dentro de Homs, cerca de la frontera con Líbano.
En el área de Sayida Zeinab, en el sur de Damasco, murieron 120 personas, entre ellas 75 civiles; mientras que en Homs fallecieron otras 64.