Pocos parecen elegir la costa bonaerense para pasar sus vacaciones de verano. Las inmobiliarias de los principales balnearios aseguran que tienen hasta un 50% menos de reservas que en la misma época del año pasado, una situación impensada a pocos días de comenzar la temporada. La explicación: la fuerte competencia de los destinos de Brasil como consecuencia de la devaluación del real, el efecto elecciones y la incertidumbre de lo que pasará con el dólar tras la asunción de Mauricio Macri como presidente.
«En julio comenzamos con un buen ritmo de reservas, pero a partir de agosto hubo un parate como consecuencia de las elecciones. En noviembre casi no registramos movimiento, ni siquiera durante el fin de semana largo pasado», explicó al diario Ámbito Financiero Javier Cedres agente inmobiliario de Cariló. En la zona, según indicó, se registra «un 30% menos de contrataciones comparado con un año atrás». La expectativa será recién para el 11 de diciembre ya con un nuevo Gobierno. «No creemos que la situación mejore ni si quiera en el próximo fin de semana largo», sostuvo.
Los alquileres sufrieron un aumento de entre el 20% y un 25% para la temporada 2016, pero ante la falta de demanda y la situación que para muchos ya se torna desesperante gran cantidad de propietarios deciden bajar los precios. «Estamos siendo muy flexibles, con valores muy accesibles, en algunos casos similares a los del año pasado», indicó Eugenio Hoffmann, dueño de la inmobiliaria que lleva su nombre en Pinamar. La ciudad balnearia registra «un 40% menos de reservas que igual época del año pasado».
Mientras en Cariló se puede conseguir una casa con tres dormitorios y dos baños, alejada del centro, en la zona golf por un promedio de $ 55.000 en la primera quincena de enero, en Pinamar una propiedad similar, pero frente al mar se oferta con un piso de $ 35.000. Según explicaron los agentes inmobiliarios el primer mes del año dejó de ser el protagonista del verano para darle lugar a la fecha de las fiestas. Es que las pocas reservas concretadas hasta el momento se centran entre el 20 de diciembre y el 8 de enero.
El Partido de La Costa no escapa a este panorama y hasta parece ser uno de los más golpeados. «El último fin de semana largo vino gente, no la que esperábamos, pero sin embargo fueron pocos los que se acercaron a la inmobiliaria para concretar una operación. Ya en esta época del año nuestro panorama es muy complejo. Registramos un 50% menos de operaciones que en 2014», sostuvo una fuente de la inmobiliaria Podestá en San Bernardo.
Para el sector no hay certezas, la temporada aún no está definida. Lo cierto es que se trata del peor noviembre de la última década.