Edición Impresa

Efecto Sanz en la Legislatura

Kirchneristas y radicales se cruzaron duramente durante la sesión de ayer, tras los dichos del titular de la UCR sobre aumento de drogas y juego por asignación universal. El socialismo hizo su mediador.

Ezequiel Nieva / Corresponsalía Santa Fe

Un fuerte cruce en la Legislatura provincial, que tuvo como disparador las declaraciones del presidente de la UCR Ernesto Sanz acerca de la Asignación Universal por Hijo, dejó al descubierto las profundas diferencias de los distintos sectores respecto de las políticas sociales y económicas del gobierno nacional e incluso las diferencias de apreciación sobre el menemismo y sobre el rol que jugaron, en la década del 90, los principales partidos políticos que tienen representación parlamentaria en Santa Fe.

Del debate surgieron, también, las distintas posiciones respecto del “modelo de país”: una expresión que casi ninguno de los que opinaron dejó de pronunciar. Los kirchneristas Gerardo Rico (Movimiento Evita), Marcelo Brignoni (Encuentro por la Democracia y la Equidad), Luis Rubeo y Enrique Marín (ambos del Frente para la Victoria) atacaron a Sanz y, de paso, criticaron al centenario partido, al que le atribuyeron la responsabilidad de la crisis de 2001. El presidente de la UCR santafesina, Hugo Marcucci, y su compañero de bloque Santiago Mascheroni, defendieron al partido y aclararon que en términos orgánicos acompañan la asignación universal por hijo.

Salomónico, el socialista Raúl Lamberto buscó, sobre el final del debate, aquietar las aguas y se lamentó por la división “en blanco y negro” que atraviesa la sociedad a partir de las decisiones del gobierno nacional. “Se intentó, a partir de un dicho, hacer una descalificación política”, dijo Lamberto sobre las críticas contra la UCR. “Nos están llevando a los argentinos a niveles de intolerancia como hacía años no vivíamos”.

El primero en hablar sobre la polémica fue Enrique Marín: “Lamento profundamente que quien representa a un Estado provincial (Mendoza) en el Congreso de la Nación ejerza a la vez la presidencia de la UCR, porque no creo que ese partido, con una profunda raigambre democrática, merezca tener en su dirección a un hombre tan reaccionario como éste. No es mi intención atacar a un partido político, sino establecer claramente que todavía persiste en algunas fuerzas, y en lo más alto de su conducción, gente vinculada a ideologías antinacionales y antipopulares, capaces de señalar con su dedo acusador a miles o a millones de argentinos que todavía no pueden alcanzar una vida más digna si no lo hacen de la mano de un Estado presente”.

“Sería bueno que el sector político representado por Sanz nos diga dónde van a parar los miles de millones de dólares que manejan empresarios inescrupulosos que profesan la misma ideología que él. Sería bueno también que Sanz se preocupe por ver en qué gastan, en qué invierten o en qué dilapidan quienes, como él, reciben ayudas económicas del Estado, sean subsidios, compensaciones o sueldos importantes. Ese dinero también es de los pobres de la Argentina y tienen derecho a encontrar explicaciones”, continuó Marín.

“Los barones de la droga y del juego no están entre los humildes de este país; los que dilapidan el esfuerzo nacional no están entre los que reciben la Asignación Universal por Hijo. Qué preocupante es imaginar, sólo por un momento, la posibilidad de que gente como el presidente de la UCR pueda gobernar el país. Imagino que sus primeras medidas de gobierno estarían vinculadas al desmantelamiento de todas las políticas sociales. Y no están solos. Días pasados se pudo ver el acuerdo entre tres partidos políticos, dispuestos a confrontar con el pensamiento nacional y popular”, agregó en alusión al encuentro entre socialistas, radicales y militantes del GEN en Mar del Plata. Cerró: “Deben ser los gorilas, deben ser”.

Luego, Rico descargó  munición gruesa contra Sanz y contra Marcucci, a quien le achacó haber declarado, en la semana, que es necesario que el Estado monitoree de qué forma gastan la asignación sus beneficiarios y si cumplen con la contraprestación, que consiste en que los chicos vayan a la escuela y tengan las vacunas al día. “Nos tenemos que dar la posibilidad de la autocrítica y no ser meros seguidores políticos”, le tiró Rico a Marcucci. El jefe del radicalismo provincial retrucó: “La UCR zanjó la cuestión con un documento defendiendo no la posición o el discurso o la anécdota de una declaración, sino la posición política que la UCR está llevando adelante desde hace muchísimo tiempo y con coherencia”. Antes, Rico había ironizado proponiendo que el gobernador Hermes Binner debería emitir un decreto para obligar a los diputados a dar explicaciones sobre qué hacen con sus sueldos. “Aparentemente, para Marcucci los que tienen plata sí saben administrarla y los que no tienen, no”.

Rico repasó, en su discurso y apoyándose en recortes periodísticos, las críticas que recibió Sanz de parte de dirigentes no kirchneristas. Luego, Marcelo Brignoni leyó un artículo imaginario en el que un blogger K ensayaba la supuesta plataforma electoral de Sanz para las elecciones de 2011. Tal plataforma era el listado de medidas del actual y del anterior gobierno nacional –además de la asignación universal, el aumento de las jubilaciones, las retenciones, las ley de Medios, la estatización del sistema jubilatorio, entre otras– antecedidas por las palabras “eliminación” o “suspensión”.

  La chicana no cayó bien en el bloque de la UCR y, a su turno, Santiago Mascheroni se la agarró con el ex diputado oficialista: “Estos custodios de la pureza del pensamiento nacional parece que salen de un repollo. Ignoran lo que hicieron y a lo que pertenecieron; lo que hicimos y a lo que pertenecimos cada uno de nosotros. Desconocen el pasado. Esa plataforma (en alusión al artículo que había leído Brignoni) fue la de Carlos Menem durante diez años, que buena parte de los que hoy cacarean aplaudieron. El que lo escribió es un idiota, y no lo digo desde el punto de vista médico sino en la acepción que le daban los griegos: alguien que se desentiende de la política. Nadie puede creer, y mucho menos repetir, que ése es el discurso del presidente del Comité Nacional de la UCR”.

Sobre el final, Rubeo apuntó: “Lo que tiene que asumir la UCR es que el senador Sanz dijo una barbaridad incalificable y este debate no hubiese tenido sentido si hubiera pedido las disculpas del caso”.

Comentarios

10