En un mensaje a la nación, el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, pidió no dirimir los problemas del país con violencia y caos. Pese al toque de queda, la gente continúa en las calles. Al menos 20 personas murieron en las protestas. Las Fuerzas Armadas cooperan con la Policía para garantizar la seguridad. EEUU calificó como «profundamente preocupante» la situación de ese país.