Un carpintero fue asesinado a tiros en su casa y taller del barrio San Martín Sur en la noche de este jueves, pocas horas después de que a unos mil metros, en barrio Molino Blanco, fuera ultimado un joven que era testigo protegido en una causa vinculada con amenazas.
Este último asesinato se registró pasadas las 21 de este jueves en la calle León al 1000, al sur de Circunvalación (casi avenida San Martín), donde vivía y tenía un taller de carpintería Gerardo José Vedia, de 61 años, consignaron voceros policiales.
Según la pesquisa, policías en un móvil arribaron al lugar tras ser alertados por vecinos que denunciaron al 911 haber escuchado detonaciones y hallaron el cuerpo de Vedia.
Los médicos del Servicio Integrado de Emergencias (Sies) determinaron que el hombre murió en el acto como consecuencia de cuatro heridas de arma de fuego que presentaba en la boca, un muslo, el abdomen y un brazo, detallaron las fuentes.
Los primeros testimonios recabados en el lugar por los investigadores indicaron que el ataque fue ejecutado por dos varones que se movilizaban a bordo de una motocicleta, quienes pasaron por el frente de la vivienda y abrieron fuego, tras lo cual continuaron la marcha.
De la escena del crimen, los peritos secuestraron siete vainas servidas calibre 9 milímetros y un proyectil intacto de igual calibre, mientras que el cadáver de la víctima fue trasladado al Instituto Médico Legal (IML) para la autopsia de rigor.
Horas antes, a las 4.30 de este jueves, Pedro Coronel, hijo de un policía, fue ultimado en Sinópolis al 500, casi Salva. Allí llegaron al menos dos personas en moto e hirieron de gravedad al joven de 28 años, quien murió poco después en el hospital Sáenz Peña. La víctima había declarado bajo reserva de identidad en un caso.
Fuentes del caso señalaron que la víctima, identificada como Pedro Daniel Coronel, era hijo de un ex empleado policial y estaba vinculado a una causa relacionada con amenazas y era considerado testigo protegido en una causa federal. Cerca de ese mismo domicilio habían sido detenidos semanas atrás tres jóvenes que llegaron a prender fuego la puerta de su vivienda, pero sólo alcanzaron a rociarla con combustible.
La ejecución de un joven de 28 años, nuevo hito en la saga violenta del extremo sur de la ciudad