Un joven de 23 años fue asesinado de varios disparos anteayer en Olavarría al 1300 bis, barrio Empalme Graneros. Según informaron fuentes policiales, cuando caía la tarde los vecinos lo vieron salir del pasillo en el que vivía a las corridas con un amigo que fue testigo de los disparos. A los pocos metros cayó en medio de la calle por las heridas. Su papá y un cuñado lo cargaron en un auto y lo llevaron al hospital Centenario, adonde llegó ya sin vida por múltiples heridas de arma de fuego.
Se llamaba Raúl Eduardo Barrera, era albañil y fue asesinado en el pasillo donde vivía. Donde termina la calle Olavarría, a la altura del 1300 bis, se abre un sector de pasillos. De acuerdo con fuentes policiales, desde una de esas entradas, anteayer alrededor de las 19.30, los vecinos vieron salir corriendo a dos jóvenes. Minutos antes, habían escuchado una ráfaga de disparos proveniente del este. Los dos chicos salieron por el pasaje Namuncurá, entre Olavarría y San José, y uno de ellos se desplomó en el piso a mitad de cuadra.
Según voceros judiciales, Barrera fue herido de varios disparos en el costado izquierdo de la espalda, en los brazos y en la axila izquierda. Desde el lugar donde cayó herido, su papá y un cuñado lo subieron a un auto y lo llevaron a toda velocidad al hospital Centenario, pero cuando ingresó ya había muerto por los impactos recibidos. Según esta versión, el muchacho fue atacado por agresores que se movilizaban en un auto.
La investigación del crimen recayó en el fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta, quien ordenó que el gabinete criminalístico de la Policía de Investigaciones se hiciera presente en la escena del crimen para el levantamiento de rastros. Además, se tomaron testimonios a partir de los cuales se dictaron medidas que están en curso, dijo un portavoz del caso. De todos modos, al cierre de esta edición no había datos sobre los agresores.
Testigo inhallable
Según una fuente policial, el amigo con el que Barrera salió del pasillo a las corridas es el principal testigo del crimen. Sin embargo, cuando los uniformados llegaron al lugar no pudieron encontrarlo y asumieron que “estaba escondido”. Siempre según esta versión, los dos chicos estaban en el pasillo cuando fueron atacados por más de una persona, quienes también serían de la misma zona.
Los dos muchachos corrieron y, en la huida, Barrera fue herido por la espalda. Igualmente, salvo por algunos rumores que asociaban el crimen “con paraguayos que viven en el barrio”, según fuentes policiales no había indicios claros de quiénes fueron los autores del hecho ni el móvil del homicidio. En este sentido, aclararon que el muchacho asesinado no contaba con antecedentes penales y que su familia dijo desconocer si tenía problemas con alguien.
En la investigación intervino también el personal de la comisaría 20ª, que tiene jurisdicción en Empalme Graneros.