Una muchacha de 29 años fue ejecutada ayer por la madrugada en el interior de su casa de Sanguinetti al 5400 cuando un vecino ingresó y sin mediar palabra le pegó un tiro en la cara delante de toda su familia y de su bebé de cinco meses. Tras la agresión, el imputado huyó de ese barrio de la zona oeste. Familiares y vecinos indignados por el crimen se juntaron ayer por la tarde en Sanguinetti 5477 y destruyeron y quemaron la vivienda del atacante. Al cierre de esta edición, la Policía no sabía el móvil que pudo haber detonado el homicidio.
Según fuentes policiales, el crimen ocurrió alrededor de las 2 de la madrugada de ayer cuando la víctima, identificada como Verónica Rueda, de 29 años, estaba en el interior de su hogar con su hijo, sus padres y un hermano. En ese instante, un vecino mayor de edad, de quien no trascendió su nombre pero la Policía asegura tenerlo identificado, entró armado, se acercó a la muchacha y le disparó en el rostro, sin mediar palabra. El proyectil impactó en el maxilar izquierdo de la víctima y le provocó la muerte en forma inmediata, indicaron los voceros del caso. Sin embargo, otra fuente vinculada con la causa brindó una versión diferente de cómo se sucedieron los hechos: relató que el atacante disparó varias veces contra los presentes a poco de ingresar.
Al cierre de esta edición, los pesquisas no habían podido determinar el móvil del crimen, pero remarcaron que el agresor está identificado y cuenta con antecedentes penales por diferentes hechos de robo, incluso calificado.
Además, el personal de la Brigada Rosario de la ex Drogas Peligrosas intervino en el allanamiento que se realizó unas horas después del homicidio en el domicilio del imputado y retiró una maceta con una planta de marihuana, consignó un pesquisa.
Por su parte, familiares y vecinos conmocionados por la ejecución de Rueda se juntaron ayer alrededor de las 17.45 frente a la vivienda de Sanguinetti 5477 y, tras apedrearla y destrozar las ventanas y puertas, le prendieron fuego.
Con respecto al incendio, un vocero policial señaló anoche que una dotación de Bomberos Voluntarios se presentó en el lugar para extinguir las llamas pero no pudo lograr su objetivo debido a que los habitantes del barrio apedrearon el camión autobomba y rompieron su parabrisas. Lo que provocó que los bomberos se retiraran del lugar, al igual que los uniformados. “Decidimos que los efectivos que estaban a una cuadra de la casa incendiada junto con el personal de Bomberos se retiraran para evitar males mayores, porque la gente –eran alrededor de 500 vecinos– estaba muy enojada”, contó un investigador.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción de la 11ª Nominación con la colaboración del personal de la Sección Homicidios y la seccional 19ª, por razones de jurisdicción.