La enfermedad renal crónica y la diabetes están íntimamente relacionadas. La prevención y el correcto tratamiento para la diabetes ayuda a prevenir el daño crónico en los riñones.
La diabetes afecta a muchos órganos, como el sistema nervioso, los riñones, el corazón, y los vasos sanguíneos de todo el organismo. En el caso de los riñones, el aumento de la glucosa en sangre, entre otros factores, pueden provocar una patología que se llama nefropatía diabética. Esta patología se caracteriza por la pérdida progresiva de la función renal a lo largo del tiempo, que en su estado avanzado, requiere de alguna forma de tratamiento sustitutivo de la función renal a través de diálisis o de un trasplante renal.
“De todas las causas que llevan a la enfermedad renal crónica, la diabetes es una de las causas más frecuentes”, señaló el médico Augusto Vallejos, Coordinador Nacional del Programa de Abordaje Integral de Enfermedades Renales. Se estima que el 40 por ciento de las personas con diabetes tienen algún grado de enfermedad renal.
“Las manifestaciones clínicas que pueden presentarse en las etapas iniciales suelen ser inespecíficas, como el cansancio, que al hacerse cotidianas producen una adaptación y, por lo tanto, el paciente no las identifica como un problema de salud”, mencionó Vallejos. Y agregó: “Los síntomas de uremia, que se presentan en la fase avanzada de la enfermedad renal, generalmente se dan cuando el paciente tiene ya muy escasa función de los riñones, menos del 10% de su capacidad habitual de filtración”. En esta etapa, el paciente comienza a tener una especie de intoxicación, que se presenta con fatiga, palidez, náuseas, vómitos, somnolencia, retención de líquidos y en los casos que no llega a tiempo el paciente puede llegar al deterioro de su conciencia.
Para prevenir la enfermedad renal o evitar su progresión en caso de ya padecerla, lo más importante es el control integral de la diabetes, así también como el de otros factores de riesgo cardiovascular, hipertensión arterial, tabaquismo, etc.
La diabetes, la insuficiencia renal y las enfermedades cardiovasculares (infarto, insuficiencia cardíaca, etc.) están estrechamente relacionadas. Un buen control de la diabetes debería considerar la posibilidad de reducir complicaciones renales y cardíacas.
“El paciente tiene desconocimiento. Así como la gente sabe que el colesterol es malo y muchas veces lo pide en un análisis de sangre, tenemos que hacer famosa a la creatinina que es el determinante bioquímico para medir la función renal, y al análisis de proteínas en la orina, para determinar si hay pérdida o no”, mencionó Vallejos. A nivel global, se estima que una de cada 10 personas adultas, mayores de 18 años, tiene enfermedad renal crónica en alguno de los estadios. “Más del 70 por ciento de los pacientes no saben que padecen enfermedad renal. Cada vez más personas que llegan a diálisis, o a trasplante, presentan diabetes como causal.”, agregó Vallejos. Según el Incucai, la nefropatía diabética es la primera causa de nuevos ingresos a diálisis crónica Argentina.
Parte integral de los objetivos del tratamiento de la diabetes, es evitar la progresión de la enfermedad renal. 4 “La mayoría de los pacientes con diabetes que llegan a diálisis, no han tenido o han padecido dificultades para acceder al sistema de salud para controlar su diabetes”, mencionó el Dr. Vallejos. Agregó, “En general el tratamiento de diálisis es invalidante, tiene su complejidad. Los pacientes que llegan a diálisis con diabetes son pacientes que durante muchos años vivieron con enfermedad renal y algunos sufrieron amputación de un miembro, han visto afectada severamente su visión, o tuvieron un infarto, insuficiencia cardíaca o un ACV. Muchos de estos desenlaces podrían evitarse con consultas tempranas y tratamientos adecuados actualmente disponibles”.
En Argentina, el Programa de Abordaje Integral de Enfermedades Renales (Paier) es uno de los programas que tiene la Dirección de Enfermedades Crónicas No Transmisibles. Se trata de un programa que trabaja en forma integral para prevenir la enfermedad renal crónica o evitar su progresión en quienes ya tienen el diagnóstico. A través de este Programa, se diseñan estrategias para la prevención y promoción de los factores de riesgo de la enfermedad renal y se abordan distintas estrategias para cada uno de sus estadios.
Como en toda patología, lo más importante es la prevención. Un control periódico con el médico de cabecera es fundamental para evitar la aparición y la progresión de la enfermedad renal asociada a la diabetes.
Sobre el Día Mundial del Riñón
El Día Mundial del Riñón se celebra el segundo jueves de marzo. Es una campaña de concientización a nivel mundial cuyo objetivo es crear conciencia sobre la importancia de los riñones y así mitigar los daños de la enfermedad renal y sus consecuencias.
Más números
El sitio especializado en internet World Kidney Day, dedicado a difundir eventos, actividades e información para prevenir y abordar la enfermedad renal, publicó recientemente que
Cerca de 850 millones de personas en el mundo sufren de enfermedad renal y es la 11ª causa de mortalidad en el mundo. Se producen de 2.3 a 7.1 millones de muertes prematuras al año por falta de acceso a diálisis, hemodiálisis y trasplante.