El 75 por ciento de los hogares de todo el país tienen una instalación eléctrica deficiente, lo que puede derivar en graves accidentes para sus moradores, según datos surgidos de una encuesta realizada por la Asociación para la Promoción de la Seguridad Eléctrica (APSE).
Sin embargo, el dato más alarmante es que el 86 por ciento de las personas cree que tiene una instalación confiable, cuando en realidad solo el 25 por ciento cumple con las condiciones mínimas de seguridad. En consecuencia, la combinación de un elevado consumo eléctrico y una infraestructura deficiente en la conexión eléctrica puede ser letal.
De hecho, y de acuerdo con una estadística del Colegio de Técnicos de la Provincia de Buenos Aires, mueren 1.000 personas cada año por fallas eléctricas, pese a que la mayoría, son situaciones que pueden prevenirse fácilmente si se cuenta con una verificación apropiada de la instalación.
Algunas de las falencias más frecuentes en las instalaciones domésticas son la falta de una llave de corte para toda la casa, falta de llave térmica, cajas de electricidad no protegidas, tomacorrientes obsoletos, falta de conexión a tierra y consumo por encima de la capacidad de la llave térmica.
Por lo tanto, es necesario contar con una instalación verificada con un electricista matriculado, tener hábitos de consumo seguros en el día a día y en especial, durante los meses de frío.
Al respecto, el titular de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL), miembro fundador de la APSE, José Tamborenea, afirmó que «existe una gran responsabilidad de parte de quienes fabrican, importan y comercializan elementos sin ningún tipo de control de calidad. A esto se suma la mano de obra que presta servicio sin autorización y un control escaso por parte de los organismos previstos por la ley».
En tanto, y según los informes mensuales de demanda energética de 2022 (ADEERA), el incremento del consumo en el país, entre los meses de mayo y junio alcanzó un 15,8 por ciento, mientras que, en los meses de enero y febrero el incremento había sido del 15,6 por ciento. Esto indica que, a pesar de la variedad de métodos de calefacción con otras fuentes de energía, la electricidad sigue siendo una de las más elegidas, en especial, en zonas del país donde no llega el suministro de gas natural.