El Abierto de tenis de los Estados Unidos, habitual último Grand Slam de la temporada, se disputaría desde el 31 de agosto al 13 de setiembre en Nueva York, sin espectadores en las canchas y con estrictos protocolos de seguridad.
De acuerdo a lo revelado por el periódico New York Times (NYT), los organizadores del certamen pretenden “mantener las fechas originales”, pese a los desafíos de la pandemia del coronavirus.
La publicación citó a cuatro responsables de la actividad tenística que no identificó, pero que sostuvieron “opiniones coincidentes”, respecto de que el “Abierto se jugará en las fechas estipuladas, sin presencia de público”.
La Federación de tenis de los Estados Unidos (USTA), sustentada tanto por los circuitos ATP (hombres) como WTA (mujeres) prevé concretar el torneo, tal como es habitual, en Flushing Meadows, de Nueva York, la ciudad epicentro de contagios de la pandemia.
El número uno del mundo en la rama masculina, el serbio Novak Djokovic, contó en reportajes concedidos a medios de su país que los jugadores “no tendríamos acceso a Manhattan y deberíamos dormir en hoteles del Aeropuerto, para ser sometidos a pruebas dos o tres veces por semana”.
Según los protocolos de seguridad propuestos, los jugadores estarían acompañados solamente “por un miembro” de cada uno de sus respectivos equipos.
Además, el plan alternativo estribaría en jugar partidos “a un máximo de tres sets”, eliminar “la etapa de clasificación en individuales” y las parejas de dobles “pasarían de 64 a 24” para garantizar la realización del torneo.