El abogado de Elián Ángel Valenzuela, conocido como L-Gante, aseguró este miércoles que el joven que denunció haber sido amenazado y privado de la libertad por el cantante ahora detenido era en realidad su amigo, al tiempo que narró otra versión, prácticamente opuesta, de los hechos que se imputan al cantante de haber sido cometido en mayo pasado en la localidad bonaerense de General Rodríguez.
Esta mañana, en diálogo con la prensa, el defensor Alejandro Cipolla dijo que L-Gante le dijo que está «sorprendido» por la denuncia realizada por Gastón Torres, que derivó en su detención ayer, y adelantó que mañana, tras la indagatoria, pedirá la excarcelación del cantante ya que no hay riesgo ni de fuga ni de entorpecimiento de la investigación.
«Me cuenta que es llamativo que esta persona lo haya denunciado, ya que (L-Gante) vivió dos años en su casa. Su mujer (la de Torres) participó en el último videoclip de Elián y hace un mes le pidió un millón de pesos para arreglar el auto y le viene pidiendo constantemente favores respecto a cuestiones políticas», indicó Cipolla en la puerta de la sede de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes, donde está alojado el cantante.
Sobre su asistido, el letrado dijo que «está con buen ánimo», que lo encontró «relativamente bien» y que le preguntó por su hija y su familia.
«Estuvimos hablando del expediente, me manifestó que mañana quiere declarar, así que va a contar bien todo cómo fue», sostuvo.
Cipolla indicó que Valenzuela le confesó que «le llamó la atención» que Torres «diga que le tiene miedo», ya que entre ellos «había una relación de amistad» e incluso L-Gante «vivió en su casa antes de ser conocido»
El abogado sostuvo que las armas secuestradas en uno de los allanamientos en la propiedad del cantante, en el barrio privado Banco Provincia de la localidad de Francisco Álvarez, «son réplicas» con las que juega su hija.
Además, contó que tienen en su poder un video en el que el denunciante está haciendo disturbios en la puerta de la casa de L-Gante el día del hecho y no al revés, como dijo.
Por último, el letrado reiteró que «no hubo amenazas» por parte de su defendido.