La comisión de Derechos Humanos del Concejo Municipal mantuvo un encuentro con referentes de agrupaciones de defensa de derechos humanos que sostuvieron que existen “múltiples” denuncias de abusos de autoridad –especialmente en las zonas más vulnerables de la ciudad– tanto por parte de personal de Gendarmería como de la Policía provincial en el marco de los operativos de saturación que comenzaron hace más de un mes. “En la reunión nos comentaron que las requisas se realizan sin ningún criterio y que muchos vecinos se sienten tratados como delincuentes”, puntualizó María Eugenia Schmuck, presidenta de esa comisión de trabajo en el Palacio Vasallo.
Desde la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) local, en tanto, sostuvieron que es común el ensañamiento con los habitantes más humildes, que se actúa por “portación de cara” y que están recopilando una serie de denuncias que serán presentadas ante autoridades estatales.
Esto se suma a los testimonios en el mismo sentido de distintos sacerdotes de barrio, tal como publicó este diario en su edición de ayer (ver www.elciudadanoweb.com).
“Nosotros la semana pasada tuvimos una reunión con distintas organizaciones de derechos humanos que están en la ciudad y nos manifestaban, con alguna preocupación, respecto de denuncias que vienen recibiendo en los barrios más humildes sobre excesos cometidos tanto por Gendarmería como por la Policía provincial. Nos plantearon que se están teniendo apremios con los sectores más humildes, más vulnerables, en donde por ahí los controles se realizan sin ningún criterio, es decir, no teniendo en cuenta la narcocriminalidad o la ruta de los delitos más complejos sino, simplemente, según cuentan los propios vecinos, por vivir en un sector vulnerable. Se sienten tratados como delincuentes”, explicó la concejala radical.
Desde la comisión, se les pidió a los afectados o testigos que institucionalicen las denuncias derivándolas a las autoridades correspondientes. “Esperamos eso para poder viabilizarlas a las autoridades del Ministerio de Seguridad como a las autoridades federales. Nosotros saludamos la llegada de Gendarmería y lo hemos planteado en varias oportunidades, porque requerimos de distintas fuerzas de seguridad, pero por el otro lado tiene que haber respeto de las garantías de los ciudadanos”, indicó Schmuck.
“Me parece –agregó– que no es que uno tiene que estar de un lado o del otro. Hay que tratar de agudizar el control y que nosotros podamos hacer, como autoridades públicas, que estos controles de las fuerzas de seguridad no signifiquen excesos y por eso hay que hacer las denuncias en los lugares correspondientes. Por nuestra parte, somos responsables de viabilizarlas en el caso de que estos excesos se produzcan. A estas inquietudes las vamos a recibir en la comisión y alertamos a las autoridades para que estén atentas porque hay muchas denuncias contra la Policía provincial por corrupción, por ser cómplices del delito de narcocriminalidad y éste es un excelente momento para empezar a generar los sumarios administrativos y las investigaciones internas necesarias para poder separar a todos aquellos que no solamente cometen apremios sino también a los corruptos. Hay más de 300 denuncias en los últimos dos años”, enumeró la concejala.
Desde la delegación local de la APDH, en tanto, su presidenta, Florencia Delnegro, comentó que en esa entidad están preparando una “denuncia global” con todos los casos de maltrato.
“Hay denuncias de chicos que dicen que los paran, les encuentran un porro y les apoyan la cara contra el pavimento y les ponen una bota encima. Hay gente que es hostigada sólo por tener apellido Cantero aunque no tenga nada que ver con los detenidos así llamados. Hay un caso de un chico de apellido Cantero al que lo detuvieron cinco veces en una semana. Pasan cosas así”, ilustró.
Un porro que fue al estómago
La militante social e integrante de la delegación local de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) Norma Ríos dijo sobre la presencia de Gendarmería en los barrios que en el organismo del que forma parte están recibiendo denuncias de apremios “diariamente en todos los barrios, especialmente en la zona sur”.
“Lo que se está viendo es una militarización de las zonas. Son comunes los casos donde detienen a las personas y las hacen desnudarse, lo que se considera un vejamen. Tenemos el caso de cuatro albañiles que iban a trabajar en una camioneta y cuando los requisaron a uno de ellos le encontraron un porro y se lo hicieron tragar”, comentó.
“Hay revisiones de todo tipo y están apuntadas por portación de cara. En Villa Gobernador Gálvez yo fui testigo de un operativo con itacas y un alto nivel de prepotencia. Y lo que sabemos es que las drogas se siguen vendiendo. A veces encuentran a chicos con un porro encima, que son trabajadores, y los tratan como a delincuentes. Hay toda una cuestión de moralina barata”, concluyó.