La polémica por la utilización de biodiésel en el transporte público suma capítulos. El concejal del PRO Rodrigo López Molina pidió que se brinde información acerca de la falta de habilitación de producción y comercialización de aceite vegetal reelaborado de parte de la cooperativa avalada por el municipio, integrada por 16 trabajadores “informales” bajo la coordinación de Economía Solidaria. Justamente, la titular de esa repartición, Susana Bartolomé, aclaró: “Nunca hablamos de reelaborar y comercializar biocombustible. El proyecto consiste en que la cooperativa recolecte el aceite vegetal, lo filtre y lo venda a las empresas reelaboradoras que ya cuentan con la habilitación nacional. Es la entrega de la materia prima, no hay peligro en eso”.
Luego de la firma del convenio entre Economía Solidaria y la Municipalidad de Rosario, se cuestionó “el origen de los 30 mil litros de biocombustible que se recuperaron”. El material, que en realidad es aceite vegetal cocinado que se filtra de impurezas, se viene recolectando desde 2011. “Es un aproximado porque desde que comenzaron a trabajar estas 16 personas se fue recolectando una determinada cantidad en ascenso con el correr de los meses y los 30 mil fueron un cálculo que sacamos desde la oficina, de todas maneras, sean 30 mil o menos, es la materia prima dispuesta a vender a las empresas que ya cuentan con las medidas de seguridad y habilitación de la Secretaría de Energía de la Nación”.
Tal como anticipó este diario en enero, la Subsecretaría de Economía Solidaria, la Cooperativa de Trabajo Reciclado Rosario Sur y la Semtur firmaron un convenio para la provisión de biocombustibles obtenidos a partir de la reutilización de Aceites Vegetales Usados (Avus).
Desde el PRO, López Molina hizo pública sus dudas: “Estamos hablando de un material sumamente inflamable, tóxico, que necesita de la manipulación de ácido clorhídrico, el mismo que se utiliza para elaborar la cocaína. No digo que este proyecto municipal esté relacionado con la cocaína, pero por el simple hecho de trabajar con este ácido el Sedronar también debe vigilar la actividad”.
Consultada por El Ciudadano, Bartolomé no ocultó cierto fastidio, y explicó: “El proyecto tiene como fin generar biocombustible desde la reutilización de aceite vegetal, pero eso no lo haremos desde la cooperativa. Se hicieron unos pocos litros sólo para probar internamente con los motores de la Semtur, y el resultado fue óptimo. Por eso nos embarcamos en esta idea, pero no elaboramos biodiésel, sólo se recolectará y limpiará (con un proceso de filtrado) el aceite que se obtenga de las cocinas. La reelaboración la harán empresas como Terminal 6, que sí está habilitada para tal fin. No entiendo por qué se buscan obstáculos o se malinterpreta la función de este proyecto, no quiero creer que todo se deba a que estamos en un año electoral”.
