Con el correr de los días se conocieron más detalles de la investigación por narcotráfico que involucra a Emilio Matías Souza, el controlador de cargas con funciones en la Afip-Aduana delegación San Lorenzo, ciudad a la que llegó hace dos años proveniente de Salta.
A Souza, de 34 años, lo detuvo Gendarmería en Salta, su provincia natal, con 19 kilos de cocaína de máxima pureza ocultos en el paragolpes de un auto, en un cruce de rutas, no muy lejos de la delegación de Pocitos, la localidad fronteriza salteña de Salvador Mazza, donde trabajó hasta 2015. La Justicia lo tenía bajo sospecha, sindicado como «pieza importante de una red trasnacional».
El lunes, el funcionario compareció ante la Fiscalía Federal de Orán y escuchó la imputación por tenencia de estupefacientes agravada por su función. Según trascendió, se abstuvo de declarar y permanece detenido, sospechado desde hace dos años de integrar una red dedicada a la importación del estupefaciente desde Bolivia. Sobre todo por su rol como funcionario, que lo habilitaría a franquear controles a la hora de la exportación de la droga desde el puerto sanlorencino, ubicado sobre la estratégica Hidrovía.
Souza quedó detenido en Orán y fue suspendido preventivamente en el organismo fiscal. Según portales salteños, baraja la posibilidad de declarar bajo la figura del arrepentido, con el propósito de aliviar su comprometida situación judicial.
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El domingo, personal de Gendarmería del Escuadrón 20 Orán detuvo el Volkswagen Gol Trend en el que se iba el controlador de cargas, quien se identificó como personal de la Aduana. Con el dato certero, los federales revisaron el auto y al golpear el paragolpes trasero el ruido sonó macizo y no hueco. La pieza estaba acondicionada con 18 ladrillos envueltos en papel gris cuyo contenido resultó cocaína de máxima pureza, que pesó 19 kilos.
A diferencia de un primer trascendido, que hablaba de un hallazgo fortuito cuando los gendarmes apostados en el cruce de rutas 50 y 34 sospecharon del sonido del paragolpes al golpearlo, el Ministerio de Seguridad de la Nación indicó que se trata de una investigación de Gendarmería a las órdenes del juez federal de Orán Gustavo Montoya, con intervención del fiscal José Luis Bruno. Para los pesquisas, Souza era «una pieza importante de una red trasnacional».
El hombre es oriundo de Aguaray, una localidad del departamento salteño de General José de San Martín, inmediata a la frontera con Bolivia. Según Nuevo Diario de Salta, era investigado desde hace dos años por la Justicia federal. De acuerdo con el canal TN, el fiscal Bruno aceleró la investigación en los últimos días luego de confirmar, a través de escuchas telefónicas, que Souza viajó a Bolivia para comprar «30 kilos de cocaína», cantidad que resultó menor al momento del secuestro.
Según la versión oficial, la investigación pone la mira en una de las organizaciones narco que operan en la frontera con Bolivia, en este caso en las localidades de Aguaray, Salvador Mazza y Orán. No trascendió si el propio Souza había cruzado la frontera en el Volkswagen Gol Trend, cuya marcha detuvo el Escuadrón 20 de Gendarmería en el cruce de rutas mencionado, cercano a la localidad de Pichanal, o bien subió al vehículo ya en territorio argentino. Lo cierto es que se desplazaba incluso vistiendo un chaleco de Afip-Aduana, además de una mochila con similar inscripción, y había sido monitoreada su presencia en un hotel de la ciudad de Orán, a la que había llegado días antes desde San Lorenzo.
Con ese telón de fondo, su derrotero como funcionario de Aduana no deja de llamar la atención. Su primer destino en el organismo lo desarrolló en Salta desde 2007 a 2011.
En 2011 fue trasladado a la ciudad más septentrional de la Argentina, Pocitos, como se conoce a Salvador Mazza, una localidad fronteriza con Bolivia. Su paso por allí coincidió con los tiempos en que se desempeñó el ex juez federal Raúl Juan Reynoso, hoy procesado como líder de una asociación ilícita dedicada a beneficiar liberando zonas a distintos imputados en investigaciones por narcotráfico, a cambio de dinero o dádivas, al menos desde el año 2010 y hasta que fue suspendido en su cargo, en diciembre de 2015.
En 2015, con Reynoso aún en funciones, Souza recaló en San Lorenzo. Fue en el marco de una investigación en la Aduana de Pocitos por la que le abrieron un sumario, según trascendidos, por maniobras oscuras en su rol de controlador. Se sospechaba que en esa frontera cobraban coimas de 15 a 25 mil pesos por cada camión que contrabandeaba trigo, maíz, harina y aceite. Los camiones eludían así el control fiscal de esas cargas con alto valor impositivo para ingresar al mercado de Bolivia.
