Una muestra que incluyó a 800 personas en distintos centros urbanos del país reveló que del total de líquidos que ingieren por día los argentinos, sólo el 21 por ciento es agua pura, mientras que el resto corresponde a bebidas con sabor e infusiones con o sin azúcar.
El estudio poblacional, denominado HidratAR y realizado a personas de hasta 65 años, reveló que la “Jarra de ingesta de líquido promedio argentina” está compuesta “en un 50 por ciento por bebidas con sabor e infusiones azucaradas, un 29 por ciento por bebidas con sabor e infusiones sin azúcar y tan sólo 21 por ciento por agua pura”.
El director del Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (Cesni), Esteban Carmuega, señaló: “Del estudio se desprende que bebemos alrededor de dos litros al día –una ingesta recomendada por los especialistas–, a los que se deben agregar lo aportado por alimentos como la leche, sopas y los que contienen el resto de las comidas”.
Pero a pesar de ello, subrayó que este perfil de consumo demuestra que cada día “se incorpora gran cantidad de calorías «vacías» a través de infusiones, jugos y otras bebidas azucaradas, superando los valores de ingesta de carbohidratos simples recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en todas las edades”, que según los expertos deben ser menores al 10 por ciento del total de calorías diarias.
En ese sentido, Carmuega resaltó: “Nuestras preferencias hacia infusiones como el mate con azúcar y bebidas azucaradas, conforman la mitad de lo que bebemos a lo largo del día y un aporte extra de calorías que escapan a los mecanismos de control de la saciedad normales”.
“Si se reemplazara el azúcar por edulcorante o nos acostumbráramos a tomar el mate o el café amargos, estaríamos ahorrándonos muchas calorías «extras» por día”, remarcó la especialista Verónica Chamorro, nutricionista del Cesni.
Y agregó: “En definitiva, no se trata de la cantidad de líquido que se ingiere, sino de la calidad. Lo que cotidianamente perdemos es agua; por lo tanto la base de nuestra hidratación debería ser el agua”, sentenció.
El estudio desarrollado por el Cesni y liderado por la consultora TNS Gallup permitió relevar mediante un registro individual la ingesta de bebidas e infusiones no alcohólicas de 800 personas –adultos y niños– durante una semana, alcanzando los 5.600 registros diarios, que permitieron definir “cuánto y qué tipo de bebidas consumen los argentinos”.
Para lograr una hidratación saludable, según explicó Carmuega, una “medida práctica y fácil de implementar es servir agua a la hora de las comidas, dado que en esos momentos se concentra el 70 por ciento de la ingesta de líquidos, y es en los cuales habitualmente menos agua pura se toma”.
“De esa forma –dijo el director del Cesni–, se está fomentando beber un líquido que hidrata por excelencia. Otra medida sería aprender a disfrutar de las infusiones sin azúcar a fin de no incorporar calorías”.
Los datos del estudio HidratAR mostraron que los adolescentes son quienes proporcionalmente tienen menor preferencia por el agua: dos terceras partes de las bebidas elegidas por adolescentes fueron azucaradas.
“Tenemos una oportunidad de oro durante la infancia y la adolescencia, cuando los chicos pueden incorporar buenos hábitos que los acompañarán toda su vida –señaló el especialista–. Dar el ejemplo y educarlos en el buen beber es una tarea que les reportará beneficios para su salud en el futuro”.