Deportistas olímpicos están en alerta ante la falta de recursos económicos para viajar a competir en los Juegos de París 2024 que arrancan el 26 de julio próximo. También aquellos que tienen por delante otras competencias internacionales y que necesitan de los aportes estatales para poder representar al deporte argentino, que ya empezó sentir la motosierra y la licuadora implementadas por el gobierno que encabeza Javier Milei.
Ariel Suárez fue el primero en aparecer en escena. Tal vez no por ser el primer deportista que alerta públicamente sobre el desamparo que sufre el deporte argentino, sino porque es fiel defensor de las ideas de la Libertad Avanza -o de casi todas-.
“Así está el estado del deporte nacional hoy sin conducción y a la deriva. No hay plata pero tampoco hay intención de gestión. Sólo les interesa la Sociedad Anónima en los clubes de fútbol y no el deporte olímpico. Muy triste todo”, escribió en su cuenta de X (ex Twitter). La misma en la que hace algunos meses festejaba el triunfo de Milei.
Suárez es bonaerense, ganó tres medallas de oro en Juegos Panamericanos (dos en 2011 y una en de 2019) y fue cuarto en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Su nombre salió de las páginas deportivas en plena pandemia, cuando rompió la cuarentena para ir a entrenar. Ahora, Suárez está intentando ayudar a un grupo de remeros argentinos que tiene que viajar a competir a Río de Janeiro un Sudamericano.
“Comprendo que no hay plata pero no entiendo y, siento, que es una falta de respeto a todo el deporte Nacional que no tengamos una estrategia ni plan a seguir. Falta hasta el sub Secre en deportes. No todo es “SAD” hay un deporte olímpico ahí afuera”, escribió el remero que también fue precandidato a intendente de la ciudad de San Fernando por Juntos por el Cambio en la lista que postulaba a la presidencia a la hoy ministra de Seguridad Patricia Bullrich, y cuyo nombre más tarde sonó como postulante a conducir el área de Deportes del mileísmo.
Sin embargo, que el ajuste alcance a los deportistas argentinos no es una novedad. En la previa a las elecciones, el candidato libertario había dejado en claro lo que pensaba del Estado: gran recorte del gasto público, algo que implica, entre otras cosas, recortar subsidios a la luz y el gas, algo que pega de lleno en la economía de los clubes de barrios, que hasta la asunción de Milei accedían a un esquema de beneficios. En su plataforma electoral nunca mencionó nada sobre el deporte, sólo las ganas de que se privatice el fútbol.
Una de las primeras medidas ya en la presidencia, fue eliminar el Ministerio de Turismo y Deporte y degradarlo a Secretaría integrante del Ministerio del Interior, comandado por Guillermo Alberto Francos. En diciembre, el representante de jugadores de fútbol Ricardo Schlieper asumió como subsecretario de Deportes, pero renunció el 31 de enero. Esa cartera sigue sin tener persona designada, lo que significa no sólo la imposibilidad de proyectar a futuro el deporte nacional, sino el pago de becas que algunos deportistas tienen asignadas, por la imposibilidad de que alguien “ponga el gancho”.
El remero, en las últimas horas, dialogó con el programa radial porteño Argenzuela que se emite por Radio 10 y se puso a disposición para ayudar desde adentro: “Yo estoy para colaborar. Si me llaman, colaboro. Fueron rumores en su momento de que iba a estar en la Secretaría, no tenía información de nada. Si Scioli necesita una mano para colaborar, yo estoy». La mención a Daniel Scioli tiene que ver con el reciente nombramiento del ex embajador de Brasil como secretario de Turismo, Ambiente y Deporte de la Nación.
