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El aletargado juicio por enriquecimiento ilícito al comisario Hugo Giuliano terminó en absolución

A 17 años de primera presentación en su contra, la decisión la tomó un tribunal pluripersonal que presidió el debate y absolvió al oficial retirado por el beneficio de la duda

Hugo Giuliano, de 66 años, fue investigado durante 17 años por enriquecimiento ilícito donde en dos décadas se hizo de seis inmuebles, dos autos y una lancha. Primero en la fase administrativa, luego en el ámbito judicial. La causa tuvo muchas intervenciones de distintos funcionarios y diversas resoluciones judiciales: falta de mérito, sobreseimiento, revocación, procesamiento además de transitar por el viejo sistema procesal penal, pasar al sistema conclusional y terminar siendo juzgado en el nuevo sistema. Así llegó a juicio tras más de una década de trámites. Este martes el caso terminó con una absolución por el beneficio de la duda. La decisión la tomó el tribunal pluripersonal que presidió el debate a cargo de Nicolás Vico Gimena, Valeria Pedrana y Florentino Malaponte. En una muestra de alivio Giuliano levantó los brazos al escuchar el veredicto.

El comisario mayor se retiró en 2004 y comenzó a ser investigado tras una denuncia de Apropol, el gremio policial no reconocido, ese mismo año. De la faz administrativa, el caso pasó a la judicial en 2008 y en 2011 obtuvo la primera resolución: una falta de mérito. Pero la Cámara Penal revocó la decisión y la causa siguió adelante.

En diciembre de 2013 fue sobreseído. Cuando el acusado y su defensa, a cargo de Carlos Edwards, pensaban que la causa iba rumbo a su final, otra vez, la Cámara Penal revocó el beneficio. En 2014 Giuliano fue procesado y cuatro años después, en 2018, el entonces juez de Sentencia Julio Kesuani dispuso que el caso llegara a juicio, lo que ocurrió recién este año.

La acusación quedó en manos del fiscal Sebastián Narvaja que pidió 6 años de cárcel para el policía por el delito de enriquecimiento ilícito. Para el funcionario, este ex jefe policial no pudo justificar el incremento de su patrimonio durante su carrera en la Fuerza entre el período que va desde 1985 a 2006.

En su alegato, el fiscal explicó que entre el 85 y el 86, Giuliano compró un inmueble y construyó tres locales comerciales en ese terreno. Al año siguiente adquirió un local comercial en Moreno al 400, pleno microcentro.

Agregó que en el período que va de 1988 a 1991 compró una propiedad en Montevideo al 3900 y entre el 92 y el 95 adquirió un local comercial en Cafferata al 1600. En los cuatro años siguientes se hizo de una propiedad en 3 de Febrero al 3000 y pudo invertir en cuotas en un fondo de inversión por 24.500 dólares. Entre el 99 y 2003 pagó un auto y bonos por 20 mil dólares y en los tres años siguientes sumó una lancha, otro auto y construyó una casa en la planta alta de Buenos Aires al 1900, contó el fiscal.

En la segunda quincena de mayo último se dio inicio al debate que este martes concluyó con la sentencia. Los magistrados que lo presidieron resolvieron absolver al acusado por estricto aplicación del beneficio de la duda. Desde la Fiscalía adelantaron que analizarán los fundamentos y evaluarán una posible apelación.

Los fundamentos del fallo 

Giuliano inició la carrera policial en 1974 y se retiró en 2004 como comisario mayor, la investigación por una denuncia por presunto enriquecimiento ilícito la realizó Apropol en agosto de 2004 ante la Justicia que la delegó a la Dirección  Asuntos Internos para una instrucción sumaria. El personal analizó las finanzas del comisario mayor retirado desde que inicio su carrera hasta el 2006. En abril de 2008, el caso se elevó al juzgado de Instrucción y el derrotero no paró. Nada dijo el tribunal respecto a la enorme cantidad de años que duro el proceso judicial.

Los magistrados descartaron la teoría fiscal al considerar que la acusación debía probar que Giuliano incrementó su patrimonio en forma considerable a partir de su condición de policía y ello no se acreditó.

A través de las declaraciones de testigos se pudo confirmar que Giuliano tuvo otros trabajos más allá del policial y la explotación de un taxi cuya titularidad pertenecía a un familiar y luego fue inscripto a su nombre. Por ejemplo, realizó trabajos de albañilería junto a un tío o en una boletería de un club o una agencia de prode. Si bien no se logró justificar cuanto dinero ganó u obtuvo de estas actividades concluyeron que no mintió respecto a su realización. Resaltaron que si bien la falta de justificación del incremento patrimonial se habría producido en los primeros años de carrera policial cuando tenía una jerarquía más baja dentro de la Fuerza. La defensa logró probar que hizo otras labores: trabajos informales, no registrados o sin estar inscripto y por ende sin tributar impuestos. Dijeron que si bien ello es una conducta contraria a derecho no es parte de esta investigación, explicaron los magistrados desde sus fundamentos.

Los jueces sumaron que los informes de los organismos oficiales, tanto municipales como provinciales que podrían haber corroborado los dichos de Giuliano se destruyeron por el transcurso del tiempo o por otros motivos como la inundación del sótano de la municipalidad. Esas inscripciones eran manuales por lo que probó sus dichos mediante testigos cuyas declaraciones resultaron creíbles para el tribunal.

Los jueces concluyeron que desde el 74 al 88, Giuliano conducía y explotaba económicamente un taxi de su familia también a través de peones y a partir de ese año es transferido a su nombre, el que vendió en 1991. Recordaron que Giuliano dio su versión de los hechos desde el inicio de la investigación al presentar el pedido de justificación en marzo de 2008. Declaró y explicó de qué forma obtuvo su patrimonio aportando un sinnúmero de evidencias por lo que desde el inicio la Fiscalía conoció la teoría de Giuliano y tuvo la posibilidad de producir prueba para contrarrestarla, señalaron en sus considerandos.

En cuanto a las donaciones que Giuliano dijo haber recibido de sus padres y un tío, el tribunal estimó que no pueden ser tenidos en cuenta para la justificación porque no se pudieron acreditar. Aunque aclararon que no puede dejar de decirse que resulta habitual que padres o tíos sin herederos ayuden a sus hijos o sobrinos con sumas de dinero sin constancia documentada.

El tribunal concluyó que en función de la prueba producida durante le juicio y utilizando los términos de la Fiscalía resultó “mas o menos razonable” la justificación brindada por Giuliano. Dijeron que los ingresos que la perito no encontró justificados se produjeron en los primeros años de carrera de Giuliano cuando no tenía jerarquías. Al alcanzar Giuliano los escalafones más altos dentro de la estructura policial evidentemente no se enriqueció, como concluye la acusación, subrayaron. 

Los jueces dijeron que las deficiencias de la investigación no pueden ser achacadas a Giuliano y entendieron que hay una duda razonable frente a la acusación fiscal ya que no puede aseverarse que exista enriquecimiento considerable con relación a la situación económica de Giuliano en el momento de ingresar a la Policía.

Arrancó juicio oral y público contra el comisario mayor retirado Hugo Giuliano

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