Ciudad

El arte desde Oliveros

Por Luciana Sosa.- Hoy y mañana tendrá lugar el primer “Festival de la Chaveta”, con lo mejor de la literatura, música, artesanías y pinturas que realizan pacientes del reconocido hospital psiquiátrico.


Hoy y mañana se realizará el primer Festival de la Chaveta, “festival de expresiones artísticas anti-manicomiales”, de manera simultánea en la Plataforma Lavardén y en el Café de la Flor. La reunión tendrá actividades artísticas protagonizadas por los pacientes del hospital psiquiátrico de Oliveros. La iniciativa ha tenido sus “ensayos” en diferentes exposiciones que han realizado desde el hospital, pero esta vez la apuesta es mucho mayor. “Queremos que vean todo de lo que son capaces estas personas”, sostuvo el padre Joaquín Aloi, capellán del nosocomio.

Aloi dialogó con El Ciudadano y explicó que el arte es una vía de comunicación, de expresión de los pacientes, por los cuales no sólo se los llega a conocer un poco más, sino también se los trata. “El arte es una cuestión terapéutica y en Oliveros hay un gran abanico de actividades que trabajan sobre las distintas facetas artísticas. La cultura se mostró en el hospital a través de la pintura, la música y la literatura. También hay talleres de realización de remeras y carteras que ganaron el primer premio en el Museo de Arte Contemporáneo, hace unos cuatro años”, indicó.

En esta ocasión, el Café de la Flor y la Plataforma Lavardén serán los espacios a ocupar con sus obras. Aloi comentó que en los talleres de Oliveros se trabaja mucho con la palabra, la expresión, “que el paciente puede reflejar qué siente o piensa en un lienzo, o bien a través de la palabra. Es terapéutico y es artístico, porque algunos tienen serias dificultades para hablar y sin embargo pueden darse a conocer a través de la pintura”.

El detalle del capellán revela la intensidad con la que trabaja el grupo de pacientes, pero no sólo referidos a la cultura, a despertar o a expresarse a través de su creatividad, sino también cómo se acercan y manifiestan su fe dentro del hospital.

Consultado sobre la manifestación religiosa, el sacerdote compartió que en la misa que celebra cada sábado, asisten los pacientes con frecuencia. Sin embargo, muchos de ellos son seguidores del Evangelismo Pentecostal. “Como la mayoría de los pacientes vienen de sectores pobres de la ciudad, se han acercado a manifestar su fe a algunos de los centros evangélicos. De todas maneras, en la misa de cada sábado todos los que asisten sienten la conexión con Dios, con el objetivo de encontrar alguna salida”.

Asimismo, Aloi remarcó: “He tenido varias charlas con los psiquiatras y psicólogos para que juntos busquemos una vía de ayuda mediante la religión, no para alimentar una manía, sino para que los pacientes se conecten con un ser superior, que tengan un espacio en el cual sentirse protegidos y ayudarlos”.

Aprender de la “locura”

“Cuando se habla de locura, uno sostiene su concepto de cordura, pero la misma Biblia nos dice que la locura no es algo malo. Ya lo hemos leído en el evangelio de San Marcos, donde tildan de loco a Jesús, por toda su sabiduría”, mencionó. A su vez, el padre sugirió no subestimar la visión de los pacientes psiquiátricos, sino aprender de ésta: “Hay que tener bien en claro, que si prestamos atención, podemos aprender mucho de los pacientes, ellos tienen una mirada sobre la vida que es muy rica, tal vez, nosotros, con la vida agitada que tenemos, y los horarios y obligaciones que cumplir, nos estemos perdiendo de muchos detalles que ellos descubren en toda su magnitud”.

En medio del análisis, el padre Aloi recordó el caso de una de las pacientes. “Desde hace años, una mujer viene a misa y reza ‘por el nenito’, entre algunos pensamos que se trataba de un figura de su imaginación, de algún recuerdo. Sin embargo, hace unos días nos sorprendimos, porque llegó al hospital un joven de 18 años con su familia ‘adoptiva’. Ese chico era el hijo de la paciente, al cual alejaron de ella cuando se le diagnosticó el cuadro”.

“En el hospital vivimos con mucha situaciones dolorosas, pero también hay otras que muestran un costado sumamente humano. Cuando salimos del hospital por alguna actividad, es increíble el entusiasmo con el que conocen cada nuevo espacio, la magnitud con la que miran los pequeños detalles de la vida es algo de lo que debemos aprender todos”, concluyó.

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