Celulosa Argentina reportó a la Bolsa de Comercio, el 30 de agosto pasado, que su controlado grupo Tapebicuá, uno de los grandes complejos forestoindustriales del país, cerró el aserradero de pino San Charbel, en la localidad de Garruchos, Corrientes, junto con el despido de más de 70 trabajadores.
Si bien el argumento utilizado para justificar la desvinculación de más de 70 empleados fue que la decisión de despedir a todo su personal obedeció a que cayeron las ventas y a que no ven futuro competitivo con la escala actual, lo llamativo es que previamente habían comunicado un resultado operativo consolidado finalizado el 31 de mayo con ganancias de 45.058,7 millones, 23% superiores a los 36.512,3 millones de pesos del balance anterior (a moneda constante).
Más sorprendente aún fue que se lo atribuyó, principalmente, a mayores márgenes de la sociedad controlante del grupo, Celulosa Argentina.
Pero aún así el desempeño de los ocho miembros del directorio para justificar la compensación que se les asignará, sujeta a aprobación de la asamblea, está siendo realizado por uno de los propios directores, gerente financiero y vicepresidente de Celulosa Argentina, Diego Tuttolomondo.
Otros de los directores beneficiados, como Albretch y Urtubey, también accionistas mayoritarios de Celulosa Argentina junto a Diego Collado, otro de los directores, trabajan full time para la compañía aunque sin recibir otro sueldo en esos roles.
Grandes grupos forestoindustriales
Tapebicuá es uno de los grandes grupos forestoindustriales del país, junto a Arauco Argentina, Laharregue-Chodorgue, Forestal Las Marías y unos pocos más.
Un grupo al cual se incorporó hace poco el aserradero austríaco Acon Timber.
El aserradero de compensados fenólicos, sito cerca del límite con Misiones, es líder en el país, con una producción de 60.000 metros cúbicos al año.
Hace unos años habían adquirido el establecimiento San Charbel a TC Rey SA. San Charbel y, como se trató de una operación menor dentro de la cartera de negocios forestales del grupo, su cierre se interpreta como normal cuando está encarando una gran reestructuración y deshaciéndose de unidades que no son rentables.
La puesta en funcionamiento de Acon Timber, el aserradero más grande del país, representó un desafío para los más chicos que deberán competir con una industria de una escala que permite grandes eficiencias.
Los balances
Celulosa Argentina facturó en los nueve meses finalizados el 29 de febrero pasado, 175.354 millones de pesos.
De este total, Grupo Tapebicuá representó el 10% de su facturación, según el balance presentado a la Bolsa de Comercio el 11 de abril pasado.
Grupo Celulosa tiene unos 1.500 empleados, de los cuales casi 600 pertenecen a Grupo Tapebicuá.
De estos, unos 70 se desempeñaban en San Charbel, el aserradero que está situado sobre la ruta provincial 94, que pocos kilómetros después, al ingresar a Misiones, se convierte en la ruta provincial 2.
Celulosa Argentina es una empresa líder que nació en 1929, produce celulosa y papel en dos grandes plantas de Gobernador Bermúdez (Santa Fe) y Zárate (provincia de Buenos Aires).
Lideró el consorcio de firmas que fundó Alto Paraná en 1982 hasta que en los años 90 entró en crisis y fue adquirida por el CEI (Citicorp Equity Investment), el brazo del Citibank dedicado a comprar empresas en dificultades financieras para luego revenderlas con una ganancia.
La historia es conocida, los chilenos de Arauco compraron en 1996 el negocio de Alto Paraná (hoy Arauco Argentina).
Celulosa Argentina fue vendida al grupo uruguayo Fanapel. Pero en 2007 volvió a manos argentinas al ser adquirida por el Grupo Tapebicuá, que formaron el norteamericano Douglas Albretch, quien reside en la Argentina hace mucho tiempo; José Urtubey, hermano del ex gobernador de Salta y Juan Collado.