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El asesinato de una mujer, este viernes en Tablada, remite a la historia de los pibes gatilleros

A Mariana Espinoza la acribillaron dos hombres que preguntaron por ella con nombre y apellido tras tocar el timbre de su casa en Tablada. Su hijo Lucas, de 18 años, fue detenido en septiembre pasado y está imputado como tiratiros de una banda extorsiva relacionada con Los Monos.

Eran cerca de las 21.30 de este viernes cuando Mariana Valeria Espinoza escuchó que tocaban el timbre de su casa en Ayacucho al 4000, en el sur de Rosario. Apenas salió a atender, vio a dos hombres que preguntaban por ella con nombre y apellido, según lo que relató el hermano de la mujer. Después de la confirmación, uno de los dos que estaban en la puerta sacó una pistola y le disparó varias veces. La Policía recogió 13 vainas servidas, todas las de un cargador completo, en la vereda. Mariana murió una hora después en el Heca. Detrás del crimen, hay una historia: la víctima era la madre de Lucas Ariel Espinoza. Con 18 años y conocido como Berraco, lo detuvieron el pasado 26 de abril y lo imputaron días después como integrante de una asociación ilícita a cargo de Fernando “Enano” Morel, hombre cercano al referente de Los Monos Ariel “Guille” Cantero, preso en Coronda.

Berraco fue acusado, además, por el crimen de un vecino de zona sur cuando fue con otro a tirotear una vivienda lindera. También, de balear la casa del actual titular del Sindicato de Peones de Taxis, Hugo Yannotti, entre otros ataques en los que buscaron amedrentar a las víctimas para conseguir dinero en una vieja pero renovada modalidad criminal a la que ingresaron algunas bandas de la ciudad.

La investigación del crimen de Mariana Espinoza, de 42 años, está en curso. No hay pistas firmes sobre el motivo del ataque ni de quienes lo perpetraron, aunque sí datos en reserva del auto en el que se movilizaron.

Llamado mortal: tocaron el timbre de su casa, preguntaron por ella y apenas atendió le dispararon

El hijo de la víctima, Berraco, le había dicho a una chica, de acuerdo con una escucha telefónica de septiembre pasado ordenada por la Justicia, que estaba «podrido de estar a los tiros… de vivir al límite, cansa».

El muchacho se quejaba de la poca paga como gatillero, y le recordaba a su interlocutora: «Desde los 13 años que tiro tiros, imaginate”.

En la audiencia imputativa que lo tuvo por protagonista tres días después de ser detenido, los fiscales de la Agencia de Criminalidad y Delitos Complejos, Matías Edery y David Carizza, junto a su par de la Unidad de Homicidios Patricio Saldutti, enumeraron cada una de las acusaciones contra el hijo de Mariana Espinoza.

El primero de los delitos que le asignaron fue el del asesinato, el 10 de diciembre pasado, de Felipe Schneider, de 65 años. Al hombre lo mataron en 24 de Septiembre y pasaje Guerrico y según los investigadores el crimen tenían como objetivo amedrentar a una mujer, apodada Chana, que vive a unos 40 metros de la casa de la víctima, que murió por balas que no lo tenían por blanco. Se acercó para cerrar las persianas de su ventana cuando escuchó detonaciones y un proyectil le ingresó por un ojo. 

Fiscalía sostiene que Berraco es un engranaje de una banda criminal, una célula de Los Monos, dedicada a extorsionar para lograr la entrega de dinero. Y que también es utilizado como tiratiros para defender el territorio.

Los integrantes de ese grupo, cuyo origen los fiscales datan el 26 de septiembre pasado, tenían roles diferenciados: algunos se encargaban de llamar a las víctimas y negociar el monto de la extorsión, otros dejaban notas intimidantes, hacían o contestaban llamadas telefónicas, estaban los que amedrentaban a los tiros a las víctimas o disparaban contra ellas o sus casas, y por último quienes se encargaban de recibir los pagos y repartirlos.

Los fiscales Edery y Carizza tienen a Berraco como el encargado de disparar en la organización que, señalan, dirigía el Enano Morel, detenido en la cárcel de Coronda luego de no regresar de una salida transitoria de la prisión de Piñero, donde cumplía condena por un crimen y otros delitos. Lo tienen como muy cercano a Guille Cantero, líder de Los Monos.

Encuentro con «el de arriba»

Le achacan crimen a Berraco, sindicado tiratiros de banda de extorsionadores liderada desde prisión

Una de las escuchas telefónicas que figura en la investigación de la asociación ilícita, de la noche del 19 de septiembre pasado, pone en juego el papel de tiratiros de Berraco, un lugar en el organigrama de las bandas mal pago y reemplazable.

En esa comunicación, Berraco habla con una joven, a quien le cuenta: “Ya estoy podrido de estar a los tiros… de vivir al límite, cansa. Yo desde los 13 años que tiro tiros imaginate”.

El muchacho abundaba en sus quejas: “Tengo 17, voy a cumplir 18. No me copa las cosas que pagan. ¿Entendés? Los otros van por chirolitas, van por dos pesitos, a mí no me copa. A mí me copa la guita, que paguen bien”.

Berraco, por lo que Fiscalía dejó trascender de las escuchas, era consciente de que su vida, como la llevaba, no tenía horizontes lejanos. «Yo tengo una cabida con el de arriba, de eso no me va a sacar nadie”, le decía hace nueve meses a su interlocutora. La que fue asesinada este viernes de manera violenta fue su madre.

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