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El ausentismo de los testigos, gran protagonista en el Centro Penal

Las personas que debían presentarse a declarar no asistieron salvo dos policías mujeres que vieron limitados sus testimonios porque los interrogatorios estuvieron vinculados a los homicidios que se ventilarán más adelante.

El ausentismo fue la característica de la mañana del lunes en el juicio de Los Monos. Los testigos que debían presentarse a declarar no asistieron salvo dos policías mujeres que vieron limitados sus testimonios porque los interrogatorios estuvieron vinculados a los homicidios que se ventilarán más adelante. Una de ellas, encargada de notificar la citación de estos testigos durante la investigación, dijo que en el caso de dos mujeres, citadas a declarar por la Fiscalía por un supuesto intento de usurpación, no quisieron ir porque estaban amenazadas. Este lunes también estaban citadas al juicio, pero madre e hija no estaban. Por secretaría se informó que en la propiedad vive una inquilina y les dijo que la dueña se fue de la provincia.

Otro de los testigos no fue por cuestiones de trabajo y el cuarto porque aseguró que estaba en reposo pre quirúrgico, ya que en los próximos días lo operarán de una de sus rodillas. La otra mujer que no asistió había sido testigo clave en el juicio por la emboscada al colectivo de hinchas de Newell’s en barrio Las Flores, ocurrido el 4 de febrero de 2010, donde murió el adolescente Walter Cáceres, de 14 años. En ese entonces la chica era mujer de uno de los acusados en la causa. Sufría violencia machista y terminó denunciando a su pareja que la golpeaba y amenazaba de muerte. En esa denuncia dio algunos detalles que brindaron los primeros datos para una investigación por asociación ilícita que llegó a juicio en 2011 y tuvo en el banquillo a Claudio Canteros, César Marchetti, Carlos Fleitas y Mariano Salomón, aunque todos fueron absueltos por ese delito. Sólo Fleitas fue condenado por las lesiones a la mujer.

En aquella oportunidad, la testigo “protegida” fue sentada en la sala de audiencias y terminó descomponiéndose de la tensión que le generó la experiencia e internada en un hospital de la provincia. Ahora, con una nueva citación, la mujer desapareció. Desde secretaría informaron que el domicilio que tenían de la mujer es habitado por otra persona que se presentó como la dueña. Aseguró que la testigo usurpaba la casa y logró sacarla hace unos tres años y ya no sabe nada de ella.

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