El Banco Nación compró los pliegos para participar en la licitación del nuevo agente financiero de la provincia de Santa Fe. La entidad pública que conduce Javier González Fraga es una de las dos interesadas en manejar los dineros de la provincia y por ello pagó 250 mil pesos por el pliego de licitación; la otra es el Grupo Petersen, presidido por Enrique Eskenazi, titular del Nuevo Banco de Santa Fe y actual agente financiero de la provincia.
El contrato del gobierno provincial con el Nuevo Banco de Santa Fe vence el 30 de junio. Tres meses antes, el 28 de marzo, se conocerán las ofertas, que serán evaluados por una comisión integrada por cinco miembros designados por el Ministerio de Economía de la provincia. Esa comisión será la encargada de revisar tanto la documentación como las propuestas presentadas por los oferentes.
El banco que gane la licitación deberá cumplir un exigente pliego de condiciones. Entre ellas, mantener “como mínimo” la actual planta de trabajadores –unos 1900 cargos–, realizar las inversiones necesarias para prestar servicios en más cantidad de localidades, llevar adelante un Plan de Negocios que tenga como eje el financiamiento de desarrollos productivos locales y pagar un canon anual que será un porcentaje de la masa salarial de la provincia.
A menos de dos semanas de la apertura de sobres, solo dos entidades compraron los pliegos: el actual agente financiero (NBSF), que quiere seguir cumpliendo esa función, y el Banco Nación, que opera como agente financiero del gobierno nacional y de las provincias de Mendoza y Catamarca.
La decisión de González Fraga de meterse en la puja por el manejo de las cuentas de la provincia de Santa Fe causó cierta sorpresa en el ambiente de las finanzas. El analista económico Alejandro Bercovich la tildó de “aventura política” y lanzó una pregunta envenenada: “¿Y si finalmente gana y el Banco Nación pasa a manejar la palanca de los pagos a jubilados y empleados públicos santafesinos y del giro de la coparticipación provincial, justo mientras el gobernador socialista Miguel Lifschitz se juega a un armado opositor con Roberto Lavagna?”.
Más allá de las lecturas políticas, de la crisis económica causada por el gobierno nacional y de las rencillas que mantienen –y seguirán manteniendo– los gobiernos de Lifschitz y Macri, lo cierto es que no hay impedimentos legales para que el Banco Nación se quede con la licitación, si es que su oferta resultase más tentadora que la del Grupo Eskenazi. “No hay incompatibilidad jurídica alguna”, aclararon desde la Casa Gris.
Las condiciones
El pliego establece que el próximo adjudicatario está obligado a mantener “como mínimo” el mismo número de empleos existentes al momento de la licitación. Además, en caso de que la entidad ganadora de la licitación no fuese la actual, deberá “asumir la obligación de incorporar y mantener durante el plazo de vigencia del convenio de vinculación, todo aquel empleado que le sea transferido por el actual agente financiero, que manifieste expresamente su voluntad en tal sentido y cuyo contrato de trabajo se encuentre vigente”.
El futuro cesionario –siempre en el supuesto que no continúe el NBSF– deberá reconocer al personal transferido la totalidad de los conceptos remunerativos, antigüedad, régimen de licencias y demás beneficios que los trabajadores posean a la fecha de la transferencia. Otra de las cláusulas incluidas en el pliego apunta a generar un plan de inversión que asegure la continuidad del servicio en las condiciones del actual agente y que garantice “la misma cantidad y ubicación por ciudades y comunas de filiales, cajeros automáticos” y otras oficinas de acuerdo a las normas del Banco Central.
En ese sentido, se establece que la entidad adjudicataria deberá realizar una expansión “constante” de su capacidad de atención durante todo el período de vigencia del contrato. Deberá contar con al menos una filial en los distritos de más de 9.500 habitantes para fin del primer año de contrato; 9.000 habitantes para fin del segundo año; y 8500 habitantes para fin del tercer año de contrato. Y deberá asegurar al menos un cajero automático en los distritos de más de 4.750 habitantes para fin del primer año; 4.500 habitantes para fin del segundo; 4.250 habitantes para fin del tercer año; 4.000 habitantes para fin del cuarto año, y 3.750 para fin del quinto.
Financiar el desarrollo
La licitación del nuevo agente financiero se da en paralelo al proyecto presentado por el gobernador Lifschitz para crear un banco público orientado a impulsar el desarrollo del sistema productivo santafesino. Si ese proyecto prospera, ambas entidades –el banco público y el agente financiero– funcionarán en paralelo, aunque la idea del gobierno es que la nueva entidad pública reasuma las funciones que tuvo en su momento el privatizado Banco Provincial. En ese sentido, el pliego de la licitación para el agente financiero establece la obligación de llevar adelante un plan de negocios con eje en el financiamiento de la actividad productiva en la provincia y el desarrollo local.
El adjudicatario deberá garantizar el fondeo del Fideicomiso Productivo que forma parte del proyecto enviado por el gobierno a la Legislatura, además de disponer de líneas de crédito a tasas de interés por debajo del promedio del mercado destinadas a pymes, investigación y desarrollo, comercio exterior y estímulo a las exportaciones sector agropecuario, sector industrial, equipamiento del sector público municipal y comunal, situaciones de emergencia por catástrofes naturales y créditos hipotecarios.