El ingenio contable con que el Banco Central asistió al gobierno en los últimos meses de este año provocó una emisión de pesos adicional de más de $ 20.000 millones que le permitió a la entidad sortear los amplios límites que le impone su Carta Orgánica en el financiamiento al Tesoro. El movimiento quedó confirmado este viernes, aunque implícitamente, en la aclaración que publicó la oficina de prensa, el organismo dijo haber tomado finalmente sólo u$s 10.940 millones de los u$s 12.900 millones que había anunciado que colocaría en Letras en las últimas resoluciones del Boletín Oficial, publicadas el último día del año, pero reconoció por primera vez que una parte de esa asistencia fue usada para saldar deuda en pesos del sector privado y que, por lo tanto, tuvo impacto en la cantidad de dinero de la economía. El organismo tiene límites fijados por su Carta Orgánica para la emisión de liquidez que realiza con el fin de ayudar financieramente al gobierno.
En su comunicado, la entidad que preside Alejandro Vanoli desmintió que haya destinado las reservas que obtiene del Central a «gasto primario» en pesos, pero terminó por arrojar luz sobre el efecto monetario que tuvo el intercambio de Letras y dólares con el gobierno.
Según su balance, y tal como publicó Ámbito Financiero, el gobierno emitió Letras que colocó al BCRA a cambio de divisas en octubre y noviembre, pero volvió a venderlas a la entidad para recibir pesos que destinó al pago de capital e intereses de deuda a tenedores del sector privado. Contrariamente a lo que sucede cuando paga deuda en moneda extranjera, el movimiento tuvo impacto en la cantidad de dinero que circula en el sistema (más de $ 20.000 millones).
El BCRA terminó por reconocer esto en el comunicado del viernes, pero aclaró que con eso no había violado ninguna normativa. «El requerimiento de ‘efecto monetario neutro’ (de la Ley de Presupuesto) está específicamente establecido para la financiación de gastos de capital. Los gastos de capital operados en 2014 han sido financiados por el gobierno nacional sin necesidad de recurrir a los recursos del Banco Central específicamente contemplados en la ley», comentó.
Este mismo viernes, algunos economistas que habían advertido sobre este artilugio celebraron la aclaración, pero llamaron la atención por las dudas que deja el movimiento: «El gobierno reconoce con esto que ‘monetiza’ las reservas que recibe para pagar deuda, con lo cual no queda claro para qué están los límites que impone la Carta Orgánica del Banco Central», comentó a este diario el diputado Federico Sturzenegger, que por este motivo presentó una demanda contra el Ministerio de Economía y el Banco Central. Aun así, consideró «positivo» que el Banco Central se haya visto obligado a aclarar sus cifras ante la desconfianza que despertaron los movimientos de su balance: «No sabemos si, sin esta discusión, esas Letras por u$s 13.000 millones que publicó en el Boletín Oficial no se hubieran colocado por completo», agregó.
Para el economista José Luis Espert, «urge blanquear esto en la Carta Orgánica del BCRA», porque «con la alquimia de los fondos de desendeudamiento se exceden los muy laxos límites de financiamiento del Banco Central al fisco». Según escribió en su cuenta de Twitter, queda claro que «usan reservas para pagar intereses que no son desendeudamiento, sino gasto» y que lo hacen «para pagar deuda en pesos, con lo que monetizan reservas cuando el cuco que siempre mostró el gobierno es la deuda externa».