El BMX Freestyle debutó en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 y en París tuvo su segunda edición. El argentino José Torres Gil se quedó con la medalla dorada en una histórica conquista.
En 2008, en Pekin, el BMX se estrenó como deporte olímpico con la modalidad de Racing. Pero, recién hace cuatro años se sumó la modalidad que lo consagró al atleta cordobés.
Si bien hacen parte del mismo deporte (ciclismo-BMX), existen diferencias entre Racing y Freestyle. La primera modalidad es una carrera en pista en la que los participantes intentan completar el recorrido lo más rápido posible, mientras que la segunda consiste en realizar trucos acrobáticos para recibir la calificación más alta según la dificultad de los mismos.
El Freestyle se lleva a cabo en un circuito con rampas, cajones y obstáculos de cemento o madera, donde los participantes cumplen con rutinas de acrobacias de distinta dificultad. Cada deportista tiene dos pasadas de 60 segundos para realizar sus trucos, que serán calificados por un jurado. Al terminar los dos recorridos, se suman ambos resultados y se saca el promedio para determinar el puntaje final.
La calificación es en función de la dificultad de los trucos, la altura de los saltos, así como la creatividad y el estilo de las rutinas.
El “Maligno” tuvo una primera pasada excepcional, de 94,82 puntos, y luego se ubicó primero entre los nueve riders finalistas.
El nacido en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, hace 29 años pero nacionalizado argentino y criado en Córdoba fue medalla dorada en BMX freestyle en los Juegos Sudamericanos 2022, en los Juegos Panamericanos 2023 y ahora en los Juegos Olímpicos París 2024.