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El buitre Singer quiere volver a negociar en enero

Paul Singer se mostró el jueves último, personal y abiertamente, dispuesto a sentarse a negociar con la Argentina desde enero.

Paul Singer se mostró el jueves último, personal y abiertamente, dispuesto a sentarse a negociar con la Argentina desde enero, cuando no esté ya vigente la cláusula Rights Upon Future Offers (Rufo). El dueño del fondo buitre Elliott dijo que quiere “solucionar el conflicto con la Argentina lo más rápido posible” y que ganar significa “sentarse a negociar una solución fácil”, pero se quejó de que “lamentablemente”, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner elevó “un conflicto comercial a una disputa por la dignidad nacional”. Singer disertó como “orador estrella de Wall Street” en la edición 2014 del tradicional seminario DealBook, organizado por el diario New York Times, este año, y por primera vez, en el recientemente inaugurado One World Trade Center, el edificio que fue levantado en el predio donde se ubicaban las Torres Gemelas.

Singer habló a las 13.50 de Nueva York, y fue presentado como “uno de los hombres más exitosos de este 2014”, entre otras cuestiones “por haber vencido en el juicio contra la Argentina” por los bonos en default de 2001. Su discurso se titulaba “Mirando a 2015: los riesgos de la economía mundial”, y la mayor parte del tiempo la dedicó, en realidad, a fustigar a destajo la política monetaria de la Reserva Federal estadounidense (FED) y a “su gusto por proteger a perdedores”.

Según Singer, “en octubre Janet Yellen (presidenta de la FED) había dado la voz de alarma sobre el aumento de la desigualdad económica. Eso llevó a algunos analistas a decir que la política de la FED de relajación cuantitativa había exacerbado el problema”. Con esto, según el titular de Elliott, la entidad provoca “la ampliación de la brecha de la desigualdad en los Estados Unidos”. Para Singer, la política de bajas tasas de interés para estimular la economía “ha dado lugar a una inflación artificial de los precios de los activos como acciones y bonos”. El titular de Elliott mostró su costado social al afirmar que con estas políticas “el ya rico se benefició, mientras que los que no pueden, incluyendo muchos en la clase media, se están quedando atrás”. Singer calificó a la FED como “quien está disfrutando de ser el Atlas que sostiene el mundo.”

Luego de esto, y ante una pregunta puntual, fue cuando Singer se refirió a la Argentina y afirmó que “todo el mundo quiere que desde enero nos sentemos a negociar”, a lo que “estamos dispuestos”; pero afirmó que “es muy difícil anticipar qué hará la Argentina”, que “elevó una disputa comercial a una disputa por la dignidad nacional”.

En el evento organizado por el New York Times, en representación de los fondos buitre, Singer compartió cartel con Laurence D. Fink, CEO de BlackRock, y con Stephen A. Schwarzman, de Blackstone. El primero es el fondo al que Cristina de Kirchner calificó de “conspirador” para “alterar el orden económico y financiero” y “atemorizar a la población”, a partir de ser el accionista mayoritario de la imprenta Donnelley, que se fue del país abruptamente en agosto pasado, pese a ganar dinero en todos sus ejercicios. Este fondo tiene además dos millones de acciones de la petrolera YPF (menos del 0,8 por ciento del total del paquete) y, según aseguran en el mercado financiero norteamericano, para 2010 ya había vendido a Elliott todos sus títulos públicos argentinos en default. En el caso de Blackstone se asegura que aún mantiene papeles impagos desde 2001, y que se presentó ante el “special master” Daniel Pollack para reclamar por estos bonos en el mismo listado en el que ya figura el fondo buitre de Kenneth Dart. Blackstone se hizo famoso este año por haber comprado la deuda y asumido el porcentaje mayoritario del grupo español Codere, dedicado al juego, y que opera 14 salas de bingos en el país.

Singer, Fink y Schwarzman no estuvieron solos en el seminario organizado por el New York Times, sino que compartieron cartel con varias “estrellas” del mercado financiero e industrial de los Estados Unidos. La figura principal del evento fue el secretario del Tesoro, Jacob Lew. También habló Mary Jo White, directora de la Securities and Exchange Commission (SEC), el organismo penalmente rector del mercado de capitales norteamericano. Curiosamente, también participó Lloyd Blankfein, CEO de Goldman Sachs Group, uno de los grandes bancos inversores que en noviembre de 2013 ensayó un principio de negociación paralela con Elliott y los otros fondos buitre que en ese momento aún esperaban el fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos. El intento resultó finalmente fallido. Sin embargo, Blankfein volvió a negociar en junio de este año, ya con el rechazo de la apelación argentina ante la Corte, en este caso en sociedad con el Citibank y el Morgan Stanley. Las negociaciones están suspendidas, y los tres bancos esperan algún tipo de guiño desde el gobierno argentino para retomar la posibilidad de una compra de la deuda buitre para luego discutir la emisión de algún tipo de bono desde la Argentina.

El seminario también fue compartido, entre otros, por Mary Barra, CEO de General Motors; Jeff Bewkes, de Time Warner, y Ken Chenault, CEO de American Express. Como dato de color, también hablaron el jueves en el One World Trade Center la actriz Jessica Alba y el presidente de la NBA, Adam Silver.

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