250 barras argentinos están alojados en una escuela en el centro de la ciudad de Pretoria, en una zona rodeada de puestos callejeros, con mucho tráfico y gente que va y viene.
El nombre del lugar es “Christian Progressive College”, en su entrada hay una cartel que dice “Nursery, Primary, Highschool” (Guardería, primaria, secundaria), pero lejos de ser una escuela, se convirtió en el bunker de los hinchas.
Los barrabravas que están ahí son de veinte equipos de Primera y de Ascenso.
Por día, cada hincha paga unos doce pesos por el alojamiento. Con eso, tienen derecho a usar las instalaciones. Donde les proveen colchones nuevos, frazadas, tienen cocina, duchas con agua caliente y una sala con un plasma de más de sesenta pulgadas. En cada habitación, duermen quince de ellos. En las paredes, hay colgado carteles en español con los precios de la lavandería. Unos 5 pesos para las camisas y remeras, y otros diez para los pantalones.
Pese a que conviven más de veinte hinchadas, entre ellos reina la camaradería y la buena onda.